Viajes Marsans es, o era, una empresa de solera en el gremio, que después de muchas peripecias, fue intervenida y nacionalizada allá por los ochenta y luego cayó en la mano de ese artista de la quiebra, ese empresario modelo que es Díaz Ferrán, el mandamás de la patronal.
Bueno pues este buen hombre es insaciable, está a punto de salir en el Guiness, en pocos meses ha sido capaz de conseguir quebrar dos empresas y hacer tambalearse a la tercera. después de Air Comet, vino Seguros Mercurio y ahora le toca a Viajes Marsans.
Créanme si les digo que si IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo –formada por casi todas las compañías aéreas) ha decidido retirarle la placa para expedir billetes y pedirle un aval de 20 millones de euros es porque la cosa va mal, muy mal. Conozco el sector y les aseguro que IATA cuando actúa no lo hace a ciegas, y menos con empresas grandes como es Viajes Marsans.
Pues sí, no tengo la menor duda de que dentro de poco se producirá la noticia de que esta empresa convocará Concurso de Acreedores (antigua Suspensión de Pagos). Mientras tanto, ahí sigue Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual echando un pulso, que perderán, a IATA y sobre todo siguiendo con el negocio como si no pasara nada.
Recuerdo declaraciones del ínclito Díaz Ferrán un par de meses antes de que Air Comet cerrara, diciendo que los problemas se resolverían en breve. Ya vieron qué pasó.
Me parece de una gran irresponsabilidad dejar que Viajes Marsans siga abierta si los clientes pueden correr algún riesgo y los trabajadores dejaran de cobrar el salario. Sería necesario una inspección financiera y en su caso la intervención de Viajes Marsans, antes de que ocurra lo peor y algunos clientes y los trabajadores puedan sentir en sus carnes los desmanes de estos empresarios irresponsables antes de que se produzca una estafa, como ya pasó con Air Comet.
Porque luego es tarde, y al final, siempre pagamos los mismos, clientes, trabajadores y ciudadanos que con sus impuestos pagan los desmanes de estos empresarios “liberales”, sin que ellos vean menoscabado su patrimonio.
Y, mientras tanto, Díaz Ferrán –el rey anti-Midas que todo lo que toca lo convierte en mierda-- sigue siendo presidente de la CEOE. ¡Oh país!
Salud y República