Con un argumento que podría dar para bastante más, la película se convierte en un quiero y no puedo de Seth Rogen, que ya empieza a aburrir haciendo siempre el mismo papel. Zac Efron tampoco se salva de la quema y no acaba de convencer en su papel. La única pasable en Rose Byrne que, aunque pone mucho de su parte, se ve superada por un guión paupérrimo lleno de conversaciones sin sentido que se solapan y quitan toda la gracia al film.
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NO HAY DOS SIN TRES
Otra que tal baila. El argumento daría mucho juego en otras manos, pero se queda en agua de borrajas. Una desaprovechada Cameron Díaz no le saca el jugo suficiente a su papel, una Kate Upton que como rubia tonta da el pego y sale a lucir tetámen y una genial Leslie Mann que nos deja con buen sabor de boca pero con el regustillo de que si el guión fuese mejor, luciría aún más en su papel.
Tiene buenos momentos y es entretenida, pero como comedia no es nada que no se haya visto ya.
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