No hay forma.

No hay forma de que alguien pueda entender las absurdas decisiones y acciones de la U.E. que no solo no mejora sino que va de mal en peor.

Para mí está muy claro que la radicalización de las izquierdas en Grecia primero y ahora en nuestro país, junto con el crecimiento del euroescepticismo en casi todos los países tiene su base en las profundamente estúpidas medidas que Merkel-U.E. nos han impuesto, que no solo no han ayudado a salir de la crisis sino que la han solucionado tarde, mal y nunca, y lo que es peor, han empobrecido a todo el continente, llegando a hacer de la pobreza un problema importante y de difícil solución en el sur de Europa, y por si no fuese bastante y también debido a las medidas estúpidas nos hemos endeudado hasta las orejas. Además, la insistencia de la Loca de Berlín y los tontitos de la U.E. en mantener las medidas de la soberana estupidez, caiga quien caiga y a pesar que las cifras canten su estrepitoso fracaso, nos aleja cada vez más de una solución efectiva al problema que su idiotez nos ha causado.

La última demostración de tontería europea ha corrido a cargo de la Loca de Berlín (¡Como no!) y de François Hollande que ante el desafío de Cameron y su intención de convocar un referéndum sobre su pertenencia a la U.E. en el Reino Unido han propuesto un plan para acelerar la integración de las instituciones europeas. Creo que cualquier persona con dos dedos de frente estará de acuerdo en que antes de hacer un importante avance en la integración europea no solo sería conveniente sino totalmente ineludible solucionar previamente y a fondo los graves problemas que arrastra la Unión. No puede volver a repetirse en la historia de la Unión que porque a la Loca de Berlín o al Loco de cualquier otro lugar le de por ahí, tengamos que aplicar normas absurdas y contraproducentes o llevar a cabo una expansión desordenada y errática hacia el Este hasta chocar con Rusia y regresar a la guerra fría.

La U. E. tiene pendiente todavía el hacer de la Eurocámara un verdadero Parlamento Europeo y no solo consultivo, de forma que si la Loca de Berlín quiere hacer otra barbaridad antes deba obtener la aprobación de la Eurocámara, y que las grandes decisiones deban pasar por la Eurocámara en vez de ser cocinadas por politiqueo y mercadeo entre cuatro jefazos en Bruselas, procedimiento parlamentario que posiblemente aprovecharía mejor los excelentes equipos técnicos de la U.E., que los del politiqueo y el mercadeo no utilizan para nada. La U.E. debería funcionar con la misma estructura que cualquier país con los tres poderes claramente definidos y diferenciados (es decir, lo contrario de la España de Rajoy)  en vez de ser un inmenso e intrincado monumento a la burrocracia con muchos miles de funcionarios y cientos de parlamentarios, con procedimientos tan rebuscados e instituciones tan peculiares que pocos ciudadanos las entienden, para que, a pesar del descomunal tamaño de la Unión, finalmente las decisiones importantes se tomen en Bruselas en “petit comité” entre cuatro individuos/as basándose solo en su interés personal, el de su partido y el de su país.

Tanto en los recientes casos de Grecia y el Reino Unido como en la información diaria sobre la U.E, está claro que estos días la Unión se juega el tipo.

El caso de Grecia es un buen ejemplo del desastre comunitario, nadie da informaciones fiables, lo que se afirma hoy se desmiente mañana, o pasado, y lo que es peor, a nadie se le está ocurriendo aprovechar la ocasión para rectificar las desastrosas medidas impuestas por la Loca de Berlín. Encima la Loca y sus secuaces han dejado bien claro que esta vez podrían dejar caer a Grecia, porque gracias al rescate ya han limpiado los bancos alemanes de riesgos griegos (esto último no lo han dicho ellos, lo digo yo).

El caso británico tampoco va a solucionar nada sino a empeorarlo. Que alguien me diga si siendo británico estaría tranquilo si una de las principales fuentes de riqueza del país: la capital financiera del mundo en Londres, pudiese caer en manos de la Loca de Berlín, que ha hundido la economía europea por una cuestión de orgullo, electoralismo y egoísmo germanos. Seguro que si existiese ese riesgo muchos votaríamos por la salida de la U.E. Otro aspecto de la postura del Reino Unido en relación con la U.E. son las limitaciones que Cameron quiere imponer a la inmigración. Como que los planes británicos contra los trabajadores extranjeros me parecían excesivos lo comenté con mi amigo Galés. Según él estos planes, aunque parezcan exagerados, corresponden a la opinión actual de muchos británicos, aunque quizás no sean la mayoría, y la razón sería que difícilmente se podría encontrar en Europa, ni tan solo en Escandinavia, un país que tenga tan desarrollados y generosos mecanismos de apoyo social, desde vivienda a sanidad pasando por educación y prácticamente cualquier elemento necesario para llevar una vida digna, y el problema está en que hace ya bastante tiempo que parece no haber semana en que no se haga público al menos un caso de abuso grave y en ocasiones multitudinario de dichas ayudas sociales por parte de inmigrantes, referidos a todas las nacionalidades, pakistanís, africanos, árabes, etc., pero en especial y desde hace cerca de una década a los europeos del Este, polacos, rumanos, búlgaros, etc., algunos de los cuales están en la U.E. por las obsesiones expansivas de la Loca de Berlín.

Es por todas estas razones que hace tiempo que me gustaría ser ciudadano de un país que no forme parte de la U.E. y del Eurogrupo, porque sin lugar a dudas haría al menos un par de años que habríamos salido claramente de la crisis, nuestra tasa de paro estaría en niveles normales-bajos, y solucionaríamos nuestros problemas sin tener que obedecer a una pandilla de idiotas a muchos kilómetros de distancia, que solo defienden lo suyo a cualquier precio, porque aunque se pasen y cometan graves irregularidades y/o rompan las normas de convivencia, aun así pueden llegar a Presidente de la Comisión Europea.