Revista América Latina

No hay muro que separe a Berlín

Por Rodrigoespino @donde_viajo
De camino a nuestra última parada (Berlín), pasamos por Dresden, antigua capital de Sajonia. Una ciudad devastada por la 2da guerra que fue TOTALMENTE reconstruida a su estado original. Amazing!Dresden, antigua capital de SajoniaYa llegados a Berlín nos alojamos en Mitte, la zona donde antes se encontraba el muro, por lo que todos los edificios son nuevos. El hotel estaba a 2 cuadras de CheckPoint Charlie, donde se encontraba la “frontera” perteneciente a Estados Unidos. 
Recordemos que Berlín estuvo dividida entre el lado soviético y el lado francés, inglés y americano durante 28 años, separada por el famoso muro. Hoy, tras toda su historia, es definitivamente LA CIUDAD DEL FUTURO!! y lo demuestra la cúpula del Sony Center, donde tuvimos nuestra primer cena.
Cúpula del Sony Center en Berlín 
Torre de televisión en BerlínComenzamos la mañana con una panorámica, donde unimos lo que eran la zona oriental y occidental.La parte Oriental (que pertenecía a los Sovéticos) es la parte que más monumentos y edificios monumentales tiene. Vimos un lugar donde permanece el muro con intervenciones artísticas, la Puerta de Brandenburgo, el Reichstag (el parlamento, yo no pude entrar pero es super recomendable sacar turno para ingresar a la cúpula), monumentos, calles, plazas, iglesias protestantes, católicas, el estadio olímpico, los distintos barrios, etc etc etc.Muro de Berlín con intervenciones artísticas
Puerta de Brandenburgo en Berlín, Alemania
Al día siguiente nos vino a buscar de nuevo Pep, nuestro guía Catalán, para hacer la caminata "Los últimos días del 3er Reich", donde vimos cosas relacionadas al Nazismo: el lugar donde está enterrado el búnker, la ex sede de la gestapo y varias cosas más.
Monumento a las víctimas del Holocausto, Berlín
Ex sede de Gestapo, BerlínA la tarde hicimos picnic en el Tiergarten, el pulmón verde de la ciudad (más grande que el central Park de Nueva York) y después nos fuimos caminando todo por el borde del río hasta un barrio de vanguardia: Hackescher Markt, con patios y locales de diseño.A la mañana siguiente caminamos por Kreuzberg, el barrio Turco; es muy extraño porque parece que te hubieras salido de la ciudad para meterte en Estambul. Viajamos en tren elevado hasta la estación central (Hauptbahnhof), una obra maestra de la ingeniería y arquitectura. El subte tiene mil líneas! Pero es cuestión de tomarle la mano porque es SUPER práctico y funciona a la perfección.
Hauptbahnhof, estación central de BerlínLlegamos hasta la zona del zoológico, en la parte occidental, para almorzar en el 7mo piso de las galerías en Ka De We (Una onda tiendas Harrods de Londres o Galerías Lafayette de París) y después fuimos para Alexander Platz de compras! .-El último día (libre) lo dediqué a visitar La Isla de los Museos (museumsinsel), compuesta por los 5 más importantes, de los cuales visité 3.
  • El Pergamon: Sala a sala no dejé de maravillarme. Desde el altar Griego de Pergamon, pasando por la antigua puerta del Mercado de miletos, hasta la puerta de Ishtar. Y como extra, el museo de arte musulmán. Con más tiempo, hubiera pasado todo el día allí.
  • El Neues Museum, que alberga un busto de Nefertiti (la reina Egipcia), que es imperdible!
  • Y por último, visité La antigua galería Nacional que tiene una colección muy buena de pintura internacional. Principalmente me gustó mucho la pequeña muestra de los impresionistas franceses.

Columna de la libertad, BerlínClaro que quedaron muchas cosas por ver (siempre es una buena excusa para volver) pero, ya sea para una primera vez en Europa o para visitar la parte “menos convencional”, espero que visiten este conjunto de ciudades (Budapest, Viena, Praga y Berlín) y se sorprendan de la misma forma que lo hice yo.

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