Y es que el concepto "del gordit@ feliz" no se siempre se ajusta a la realidad. Cierto es que como en todo pueden darse excepciones pero en un amplio porcentaje de los casos es cuestión de tiempo que la obesidad acabe aportando problemas físicos y psíquicos que dificultan una calidad de vida óptima y por lo tanto suponen una barrera a la felicidad.Un estudio realizado entre pacientes de nuestra propia consulta fue determinante para comprender que "roba" la obesidad.La motivación principal confesada por los pacientes encuestados cuando les preguntamos por qué querían tratar su problema de sobrepeso u obesidad fue la de "mejorar la calidad de vida", por encima de aspectos como indicaciones médicas, por estética, etc...
Según palabras del Dr. Turró, "cuando un paciente solicita información sobre tratamientos de la obesidad, siempre hay algún motivo que le ha llevado a decidir tratar el problema de sobrepeso. Quisimos saber cuál era el motivo que más se repetía y en la mayoría de casos se trata de un concepto abstracto basado en conseguir una mejora en la calidad de vida ya que muchos pacientes son conscientes de cómo les afecta y limita el sobrepeso en su día a día, por encima de las enfermedades asociadas a la obesidad que puedan tener o por encima de conceptos estéticos".Quizás aquí esté la clave: en la Calidad de Vida.Ser felices nada tiene que ver con tallas, peso y grado de sobrepeso. La felicidad es algo mucho más complejo. De hecho hay muchas personas con sobrepeso (no tanto con obesidad) que se declaran felices, pero todo depende de hasta dónde y de qué modo afecte la obesidad.El sobrepeso y la obesidad suelen afectar a la autoestima y a menudo detrás de esa "aparente felicidad o despreocupación con respecto al problema del sobrepeso" que muestran algunas personas con exceso de peso, se esconde una fachada o barrera para negar su realidad. En cualquier caso, el exceso de peso no debería asociarse directamente a la infelicidad ni tampoco la pérdida de peso a la felicidad pero sí es innegable que la calidad de vida determina en buena medida una forma de vivir que facilita la felicidad y la obesidad acaba afectando a la calidad de vida de un modo u otro.