La diferencia horaria entre Sao Paulo y Madrid es de cinco horas, así que esta entrevista por chat tenía mucho de diferido. Se fue prolongando en el tiempo, además, porque cada rato de conversación no cerraba preguntas sino que inspiraba otra y otra más. Esta chilena de 30 años vive y trabaja en Brasil desde hace 25, donde también entrena. Es una de los senpais del dojo MIE y una de las primeras figuras del kendo latinoamericano, después de cumplir sus primeros diez años de práctica.
Yo haré pronto mi primera década en kendo, aunque sufrí un parón de cuatro años. ¡Cómo ha cambiando el kendo en España desde entonces!
Creo que en Brasil las cosas no han cambiado mucho de cuando empecé: los entrenamientos son los mismos, creo que cambiaron un poco los intercambios. Este año vinieron cuatro senseis de Japón .
Con Akemi Morita (izquierda)
Pero el contexto también es incomparable con mi país: fíjate la comunidad nikkei en Brasil. En Europa corre la broma de que en el Campeonato del Mundo compiten Japón, Brasil que es Japón II y los EEUU que son Japón III.
¡Jajaja! ¡Eso es verdad! Son pocos los ocidentales que practican kendo aquí en Brasil. Solamente otro chico y yo somos ocidentales en la selección brasilena.
En España muchos kenshis nos llegan a través de la cultura otaku.
Creo que la unica influencia que tuve fue por mis hermanas. Vivíamos en el barrio japonés, Liberdade (todavía vivo allá). Había practicado taekwondo cuando era chica y con 20 años conocí el kendo con mis dos hermanas menores que ya practicaban. Vi a Kimura sensei en el MIE, entrenando con casi 90 años. Me dijeron que en kendo se podía entrenar con vitalidad muchos años, y como a mí siempre me gustó practicar deportes, quería uno que me permitiera continuar practicando como hizo Kimura sensei. Lo que me hizo llegar al kendo fue cuando vi personas mas viejas combatiendo como jóvenes.
Y después de esos diez años, ¿sientes que combates como una joven?
¡Sí, creo que sí! (¿cómo se traducen las risas del chat a texto?) Tambien influyó que empezara con 20 años, porque tenía ya una cabeza más objetiva. Y mi mejora fue muy rápida con el pasar de los años. Ahora siento que escogí el deporte por el motivo cierto, y hoy sigo combatiendo como una joven, jajaja.
Ahora no necesito usar tanta fuerza para mis movimientos, porque ya los conozco bien: puedo aprovechar más el entrenamiento que cinco años atrás, por ejemplo. Ahora, con 30 años, me siento preparada para entrenar en Japón finalmente.
¿Qué tiene Japón?
¡Siempre quise irme a entrenar a Japón! Pero como empecé tarde no quería gastar la tremenda plata si no sabía ni sacar un men… Ahora creo que estoy bien para irme y aprovechar. Ahora tengo a mi marido que también entrena kendo conmigo y vamos con un amigo más. Nos vamos a quedar la mayor parte del tiempo en Hokkaido: logramos poder hablar y entrenar con grandes senseis allá.
Creo que el sueño está en los senseis con los que voy a tener el honor de entrenar, entender feedbacks únicos que me van ayudar a mi regreso y también a mis compañeros. Como soy una de las senseis responsables de mi dojo voy también para entender cómo mejorar el entrenamiento: de los chicos y de los más viejos, para que cuando yo sea también más vieja pueda entrenar de la misma manera y aprovechar la práctica del deporte como lo hago hoy. ¿Mis 30 años? Ni los sentí como pensaba que los sentiría cuando tenía 25.
Hablando de la responsabilidad de ser senpai, más cuando se es mujer kenshi, surgieron en la conversación entrevistas anteriores con Clara Álvarez o Fay Goodman. Tábita, que se dedica profesionalmente a la comunicación multimedia, me descubrió entonces que es la creadora y editora de un proyecto en Facebook que muchas ya conoceréis: Kendogirls.
Vaya, qué pequeño es el mundo…
¡Y como tú, empecé sola (aunque ahora tengo mucha ayuda)! Pero con el mismo objetivo de darle a la mujer visibilidad: no hay espacio para las chicas del kendo, y eso que tenemos mujeres muy fuertes y la mayoría de las premiaciones de los mundiales son de las niñas.
Y ¿cómo se siente ser minoría entre la minoría? Mujer kenshi y mujer senpai.
Bueno, MIE hoy es el mayor dojo de Brasil actualmente. Tenemos dos cuartas danes y una chica más que rendirá su examen en Colombia, y si lo logra tendremos tres. Yo doy mi examen del 5º dan en dos años mas, ya empecé mis entrenamientos.
Campeonato de Brasil de kendo 2013. Lie Kimura, segunda por la derecha, prepara actualmente su cuarto dan en el Latinoamericano de Medellín
Chicas en total somos en 10 a 15. En Brasil en total tenemos cuatro chicas con quinto dan, y un buen número de cuartas danes.
Pues sí es un buen número, en efecto. Y veo además un amplio rango de edades.
Aquí en Brasil también los varones tienen más espacio, pero como a día de hoy no hay muchos competidores, ya es una tradición que los equipos sean con varones y damas. Mujeres combaten con hombres en los equipos y no es raro que ganen. Y a muchas les tienen miedo.
¡Está buena esa última!
¡Síiii! Casi todos los dojos tienen sus mujeres fuertes que los representan.
Mientras hablábamos Tábita me fue enviando fotografías para ilustrar la entrevista, entre ellas esta con su trofeo de Campeona Absoluta de Brasil.
¡Madre mía qué pedazo de copa!
Sí es linda, y tiene el nombre de sus 16 campeonas. Sólo chicas de segundo dan para arriba y hombres de tercero dan para arriba.
¿Tienes algún referente femenino? Todos hemos oído hablar de Eiga, de Miyazaki, de Chiba… pero creo que sólo me vienen a la mente Kobayashi o Mariko Yamamoto.
Acá en Brasil tenemos un nombre: Miwa Onaka. Creo que sea sin duda la más fuerte de América Latina. Es la Taisho del equipo de Brasil y es una grande sensei, respetada por hombres y mujeres.
Creo que para mí nombres femeninos del kendo japonés serían Sakuma, Shimokawa, Kobayashi… Pero tengo un nombre en especial que es Yuka Tsubota. Combatí con ella en el Mundial de 2009 por equipos. Es distinto cuando solamente ves a las japonesas a cuando las sientes… Fue increíble combatir con ella. ¡Y perder muy rápido también, jajaja! Hoy creo que el nombre sea Mariko Yamamoto que recién ganó el campeonato Japonés por segunda vez consecutiva. Su kendo es muy dinámico: creo que sea la persona que me inspira hoy para mejorar.
¿Sientes que hay un sentimiento diferente cuando el líder es una mujer? Quiero decir: ¿podemos aportar una sensibilidad distinta como mujeres al liderazgo en kendo, a la función de senpai? ¿O será verdad que en kendo desparecen los géneros?
Acá en Brasil, en mi dojo, la fundadora y una de las responsables de Mie es una mujer. Yo tengo los mismos derechos y deberes que los otros senseis. En mi escenario actual veo que no importa mucho si eres mujer o hombre, pero importa lo que tienes para ofrecer, el talento y las ganas para entrenar. Creo que es todo el paquete que cuando las personas miran entiendene que se es un líder, y no una mujer o un hombre.
Una vez leí que el kendo cambió para que mujeres y niños pudieran practicar en igualdad con los hombres. Creo que los cambios tenían ese objetivo de desaparecer el genero, pero creo que todavía la cultura de cada país tiene un peso sobre el lider femenino. Y también aquí en Brasil muchos dojos se sienten orgullosos de sus líderes mujeres. ¡Tenemos un monton!
¿Qué es para ti ser sensei? ¿Evolución natural, vocación… casualidad?
Bueno, que creo que un o una sensei es una persona no solamente furte, sino alguen que sirva de ejemplo y que su fuerza y ganas de mejorar te inspiren. A veces esas personas te enseñan solamente con la forma en cómo llevan su vida, con sus actitudes.
Creo que todavía no he llegado, pero es un camino que quiero caminar. Ser una sensei que pueda servir de ejemplo, que inspire los otros a entrenar y que yo pueda enseñar y continuar llevando el kendo a muchas personas.
¿Cómo influye entrenar en familia?
¡Es algo muy fuerte! Porque no somos solamente yo y mi esposo: son otros dos hermanos más de mi esposo y mi suegro. Somos “los Takayamas”. Yo llevo viviendo en Brasil hace más de 25 años, pero como me casé con Alberto hace cuatro años tengo el derecho de representar a la seleccion brasileña. Antes sólo representaba a la selección chilena.
Creo que cuando entrenamos juntos es una fuerza muy grande. Todos nos apoyamos muchísimo para que ninguno deje de entrenar. Mis hermanas, con el tiempo, dejaron el kendo y me quedé sola. Pero cuando volví a sentir de nuevo cómo es entrenar con mi familia… creo que nunca voy a parar de entrenar.
Los Takayamas
Mi papá nunca hizo nada conmigo en deportes, pero lo que él hizo para que hoy yo sea la persona que soy, es que nunca me ha tratado como a un niño o una niña, solamente como una persona normal que tenía que ayudar en casa haciendo de todo, como por ejemplo cargar mucho peso y desarrollar mucha más fuerza. Creo que eso nunca me dejó “menos mujer”, como le decían, sino que me hizo más fuerte, con muchas más opciones físicas e intelectuales.
Y dentro de muy poco, Medellín.
Sí. Estoy muy concentrada para la competicion. El último Latinoamericano, en México, logré la segunda colocación. Ahora me voy a Japón y me quedo hasta el 20 de octubre. Pretendo entrenar muchísimo. Pretendo intentar otro titulo, y como voy a combatir por equipos, pretendo traer otro trofeo para Brasil con las chicas. Pero no hay secreto… sólo entrenamiento.
Pocos días después de terminar esta entrevista (aunque espero que no nuestras charlas) Tábita y Alberto partían a Japón para entrenar intensivamente un mes. Desde allí me siguen llegando fotos.