Exprime sus pulmones tatuando el reborde de cada costilla en su negra piel.
Uno, dos, uno, dos, uno, dos…
Los músculos intercostales, subcostales se están extenuando.
Alzo la mirada, y me encuentro con unos ojos agotados, extenuados, sudando lágrimas y suplicando ayuda.
Con todas sus fuerzas extiende el cuello hacia el infinito, intentando inhalar la mayor cantidad de oxígeno posible, exprimiendo el horizonte.
Pero de poco sirve.
Los bronquios se encuentran colapsados, aquí radica el problema, el aire con oxígeno se desliza con dificultad silbando durante
Necesita ayuda, y estoy aquí, estamos aquí.
No la voy a dejar ahogándose. No, no lo vamos a dejar.
No le vamos a preguntar de dónde viene, no queremos fronteras, no…
Da igual de dónde vengamos.
No importa el lugar de dónde vengamos, no importa nuestro color ni papel ni dinero ni nada cuando se trata de ofrecer atención sanitaria.
No importa,
Mi obligación, la nuestra: ofrecer ayuda a quien la necesita.
La tomamos en brazos, le ofrecemos cama en el hospital, le administramos oxígeno, medicación y la atención sanitaria que necesita.
Poco a poco se va recuperando.
Sanidad Sin Fronteras
Humanidad, Amor.
Nadie tiene que morir cuando no debe morir, nadie debe morir por una injusticia social.