No hay nitidez, no hay claridad ni la busco, no la quiero, la desprecio y para nada me sirve mirarla...Porque su rayo dañino e insolente me sabe cruzar el alma y quedar indemne...El filo de su hoja resplandeciente no me habla aromas de hadas inexistentes, ni quiere ya escuchar el latido de mis sienes.
Y su alta figura soberana
no sabe sobrevolarcomo un espejo de plata hilada
en sureñas filigranas las sombras
y las brumas más dulces,
ni conoce su alteza
el oculto resplandor
de una oscura mirada...
No hay claridad, no la busco, no me llama..Me hace mal soportarsu obscena
proeza de soberbia verdad
revelada..