Cuando Samuel nació no tenía ni la más remota idea de qué hacer con él.
Si, ya se, que ninguna mamá la tiene, pero en mi caso lo poco que sabía se esfumó detrás de una cortina de humo llamada Síndrome de Down y las cosas se pusieron peor
¡Que días aquellos tan llenos de confusión y dudas! Si hubiese sabido que mi vida sería tan bella al lado de mi hijo, que creo que jamás hubiese perdido ni un segundo de mi vida preocupándome por las cosas que jamás pasaron..
Sabías que el ser humano se preocupa más, por el 80% de las cosas que jamás pasarán y se le olvida disfrutar la vida hermosa que tiene en frente.
Quieren un consejo gratis, ¡disfruten sus hijos, que por preocuparse a nadie se paga!!
No lo vale gente.
Un abrazo grandote... Sarah