Nunca vi morir un verso, apenas lo escuché sobre
el aire del silencio inmenso,
tal que intenso y dulce suspiro.
Suave como el alma generosa,
o chirriante como lamento.Yo nunca vi morir un verso,
conjuro del alma que endiosa.
Jaroslaw Datta
Padece indiferencia sin tormento, padece pareceres, parece silencio; más el verso permanece y cada día que el papel que lo sustenta torna en amarillo, el verso intenso crece...
Verso es el estallido y la emoción,
lo es el nacimiento del corazón
que al fin supo de su otro quehacer:
el que dejando de un lado
el combustible de la sangre,
ya sólo latir sabe
páginas y páginas de papel.