La historia del alcohol, ha estado unida a la humanidad desde que se elaborase el hidromiel de forma accidental por nuestros antepasados. Culturas como la griega y la romana han abusado de esta sustancia, y han conseguido que forme parte de nosotros como si fuera algo natural.
Pero hace cientos de años no existía la Medicina Preventiva, no existían los estudios científicos de calidad y, por supuesto, no existía la evidencia de que consumir alcohol pudiera causar algún tipo de daño en nuestra salud. En 2015, sí que existe.
En la actualidad, cualquiera que se oponga a esta droga legal, es considerado como un loco, un aguafiestas, un estúpido al que no hay que echarle cuenta. Hasta tal punto, que me ha llevado semanas atreverme a escribir estas palabras, por la mala reacción que habrá.
En pleno siglo XXI con el auge de la vida sana, con el auge del "running" como promotor de la salud, el alcohol sigue formando parte de nuestro día a día. Sigue siendo una parte esencial en nuestras relaciones sociales, y sigue siendo consumido.
Por favor, no nos engañemos más. El alcohol, consumido en cualquier cantidad que no sea 0, es perjudicial. Basta de mentiras, basta de estudios sesgados, basta de estudios patrocinados por las cerveceras o por empresas que venden se lucran de su promoción. Basta.
Llevo cinco años de carrera de Medicina, cinco. En ninguno de ellos se ha hablado de los beneficios del alcohol. En ninguno de ellos se ha justificado su consumo mínimo. No existe ningún estudio que demuestre que el alcohol, tengan beneficios sobre la salud.
El alcohol es una droga que nos perjudica, que nos daña, que nos condiciona como personas. Además, nos genera dependencia para ser capaces de relacionarnos con los demás. ¿estamos locos? ¿quién es el que está fallando, el que bebe o el que no?
¿Cuantos de nosotros no hemos dicho la frase de?... "salimos a correr, y después una cervecita", "que ganas tengo de terminar la carrera para tomarme una cerveza", "yo he venido a correr por la copa de después". Frases por el estilo, que siguen perpetuando el alcohol en nuestras vidas.
Y no seré hipócrita. Este corredor que os escribe, consume. Este corredor que os escribe, se toma sus cervezas de vez en cuando, queda con amigos y se toma una copa, sale de fiesta e ingiere alcohol. Incluso tengo una camiseta y pertenezco a un grupo en redes sociales, que predispone al consumo "moderado" de alcohol relacionado con correr.
Por tanto, soy el primero que lo hace mal. Soy el primero que, a sabiendas de lo malo, sigo bebiendo. La sutíl diferencia es que llevo años tratando de evitar consumirlo. Es difícil no hacerlo cuando todos lo hacen, y encima te miran mal si no les acompañas. Es así de triste.
Pocas veces tomo una cerveza al terminar una carrera. Prefiero agua, una isotónica o un zumo. Porque de hecho, asociar el alcohol a la práctica deportiva, es aún más perjudicial y contraproducente. Y no lo digo yo, lo ha llegado a decir hasta el "Runners".
Por tanto, esta entrada no está dedicada exclusivamente a criticar y poner en duda todo aquello que hable de los beneficios del alcohol. Hay que reflexionar sobre la actual relación que se hace de algo tan saludable como correr, con algo tan perjudicial como beber.
Y de nada sirve que pienses: "una cerveza no me matará", "por tomarme un par, no pasa nada", "esto es bueno para el corazón" y otras chorradas por el estilo. Hay que dejar de engañarse y dejar de ser esclavos de las empresas que nos suministran esta droga, incluidas las cerveceras. Hay que dejar de beber alcohol. Poco a poco, pero dejarlo.
No es simple. Forma parte de nuestra cultura, de nuestras raíces. Pero si los sanitarios han negado sus beneficios, si la organización mundial de la salud tiene planes contra el alcohol, si los propios medios de comunicación de running lo critican...¿por qué seguimos bebiendo?
Para finalizar, me gustaría volver a dejar claro que he consumido, que participo en este gran fallo social, que a veces me tomo una cerveza. Lo admito. Pero no voy a promocionar el consumo de alcohol, no voy a fomentar su asociación al running, y no voy a defenderlo como si tuviera beneficios que pudieran ayudar a los corredores a estar más sanos.
Y ¡ojo! no estoy cargando contra nada ni nadie en particular. Esta entrada es simplemente para aclarar que NO HAY ESTUDIOS que demuestren los beneficios del alcohol, que NO debería asociarse al running y que, si alguien me puede demostrar de forma "respetuosa" lo contrario, estaré encantado de leer su comentario o su opinión. ¿Tú que opinas?
Imagen 1: Quinn Dombrowski (enlace)