Precio: 19,9€
Sobre el autor: Màxim Huerta
"La tristeza es un mueble viejo, no vale. Cojea. Hace ruidos por la noche y no trae más que bichos."
"Si lo hubiéramos sabido antes, no habríamos perdido el tiempo, pero el tiempo se pierde, se gasta, se consume, se todo. Qué me van a decir a mí del tiempo. Y nadie te avisa de él por muy acostumbrado que estés a ver viejos por la calle desde niña. Son viejos y crees que han sido siempre así. Son invisibles, crees que nacieron así. Y no. También fui niña."
"El invierno, la Navidad incluso, sigue cumpliendo sus funciones cada año: atravesarte cada día con alguna historia del pasado. Como si fuera una astilla que se clava y eres incapaz de sacar hasta que la olvidas. Una y otra vez. Por eso es frío, porque así se mantienen dolorosamente los recuerdos mejor."
Es una historia muy bonita y emotiva aunque por momentos resulta algo cursi. Como siempre que leo a Màxim Huerta me es inevitable no subrayar más de la mitad del libro y es que tiene tantas frases de esas que nos hacen reflexionar...
La novela se desarrolla en una floristería ubicada en París, pero no en una floristería cualquiera, no. Esta ha ganado varios premios por su belleza, pero además Antoine, su dueño, es un señor de mucha sensibilidad y con un sexto sentido como el que sólo se le atribuye a las mujeres.
Antoine ve y vive la vida a través de las flores y quizás por eso es que en su local confluyen personajes tan variopintos. Y es aquí precisamente, a este lugar tan mágico y colorido donde llega Violeta, trayendo consigo un soplo de aire fresco, de renovación y mucho, mucho amor.
Aunque en ocasiones pueda resultar algo empalagosa, me ha gustado mucho y reconozco que es una novela muy bonita. Quizás no tanto como "Una tienda en París" aunque "No me dejes" tiene mejor final.
Son un conjunto de historias o subtramas cuyo punto en común además de sus protagonistas, es el amor, la entrega incondicional y mucha, mucha nostalgia.
Nos muestra que nunca es tarde mientras haya vida y ganas de vivirla, que el perdón se puede pedir pero nunca exigir. Que las consecuencias de las decisiones que tomemos sean buenas o malas, las arrastraremos toda la vida así que debemos ser consecuentes y vivir como hemos elegido, para bien o para mal.
Si quieres hacerte con un ejemplar, puedes hacerlo desde el siguiente enlace: No me dejes (Ne me quitte pas)