Revista Cultura y Ocio

No me despeinas bien – @_vybra

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Lo peor que puede pasarte es que sonriendo frente al espejo, tengas que volverte a peinar… Jorge Bucay

Me miro al espejo y no sonrío. Lo intento, pero no sé si he entristecido por dentro o mi cerebro ha olvidado ordenar a mis labios ejecutar ese gesto. Lo intento y surge esa mueca que tanto detesto en esos rostros que sonríen sin sentimiento, pero mis ojos siguen siendo sinceros. Suena como algo típico y yo odio las frases hechas, pero vida… no me despeinas bien y yo no soy de las que se rinden; así que iba a proponerte un trato, pero me he dado cuenta de que tú no eres de las que negocian.

Así que, de nuevo frente al espejo, se acabaron las treguas y con ello mi paciencia, por lo que me da igual en lo que tú estés dispuesta a ceder o qué matices sean inamovibles. Esto no es un trato, no acepta cláusulas adicionales. Estas líneas son los mandamientos de mi decálogo de intenciones:

1- Se acabó el ceder. En serio, se ha acabado. Ya no cedo ante quien empuja o pretende ser piedra que entorpece mi camino y, por el contrario, daré con más fuerza cada uno de mis pasos.
2- Me debes tres sonrisas por cada una de las lágrimas que yo he llorado, así que empieza porque es larga la deuda contraída con mi alegría.
3- Sabes que me has otorgado un imán para atraer a la gente interesada, así que ahora dale la vuelta y que todos los que parecen recordar mi nombre solo cuando me necesitan empiecen a sufrir amnesia.
4- Nunca aprendí a ser mala ni a saber utilizar la picardía, por lo que te impongo que probemos a hacerme ser un poco menos buena y no morderme la lengua cuando algo me molesta y, de paso, que sigan aumentando mis ironías.
5- Ya has dolido bastante y no te exijo que dejes de hacerlo porque es parte de estar viva, pero regálame en este invierno un otoño que dure cinco meses. Quiero ver el suelo lleno de las hojas de la tristeza y pisarlas a saltos, o de puntillas, en compañía de sus pequeños pies llenos de alegría.
6- Lo sabes, lo has demorado demasiado tiempo, tengo pendiente la comida perfecta seguida de la tarde perfecta, la cena perfecta y el sexo perfecto con ÉL. Porque sí, porque el amor va y viene, te rompe y revive, te hiere y te sana incluso con quien es jodidamente perfecto para ti sin dejar de ser imperfecto.
7- Sigo siendo la misma, pese a todo lo que he cambiado. En este punto, tan solo decirte que he vencido, no has podido, pese a tu empeño en cambiar aquello que me hace ser quien soy. Cambiarán mis modos, mis actos e incluso he modificado algunos principios que creí inalterables, pero quien soy, mi verdadero yo, sigue latiendo con fuerza entre mis costillas. Quizá apagado, pero con vida.
8- Que el pasado siga siéndolo, que el presente sea un regalo y que el futuro nunca esté decidido de antemano. Esto también es inalterable. En el pasado lo vivido, en el presente lo que a diario escribo y que mi futuro esté lleno de momentos que aún no he escrito, pero sí imaginado. En él, solo en el futuro, te permito que hagas sugerencias y anotaciones, que pongas comas en mis emociones, acentúes los sentimientos, alargues los instantes con puntos y seguido, pero yo, y solo yo, pondré los puntos finales.
9- Sé que esto es quizá una utopía, pero firmemos una pausa en el tema de las ausencias. Me faltan familiares y amigos que se marcharon para siempre, aunque eternamente estarán conmigo, pero también personas que necesito sentir cerca y están ausentes. Ayúdame, aunque no solo de ti depende, dame tiempo para vencer al orgullo de algunos sentimientos, a dulcificar momentos tensos y a susurrar tequieros que sean gritos con eco.
10- ….

No hay 10 porque estoy cansada de cumplir normas. Así que mírame, que yo te sostengo la mirada sin ser por ello un reto ni una invitación a la batalla. Mírame, no pierdas detalle de cómo suelto mi pelo y yo misma me despeino… a saltos o a pequeños pasos, en silencio o a pleno grito. Mírame, porque acaba el 2016 y sabes que detesto los números pares, por lo que fui tan tonta de sumar sus números para que sumarán nueve, pero ni por esas conseguí que fuese un buen año. En breve empieza 2017, que es impar, y aunque la suma de sus números sea 10 me importa un carajo porque mi pelo empezará a lucir despeinado; con música, besos, abrazos o gemidos y te puedo garantizar, vida, que si lo recoge de nuevo tan solo será porque un momento de felicidad lo precisa.

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