Revista Cultura y Ocio

No me gustan los premios, ni los privilegios: con que no me veten, me conformo (El Cabrero)

Publicado el 11 enero 2015 por Elcabrero @JoseELCABRERO

Desde octubre 2014 han resurgido varias iniciativas con objeto de solicitar, para El Cabrero, ciertas medallas o premios de esos que las instituciones suelen otorgar en fechas destacadas. Venían de Córdoba, Málaga y Madrid; aficionados al flamenco y “cabreristas de toda la vida” que querían nuestra aprobación para recoger firmas con ese propósito.

No me gustan los premios, ni los privilegios: con que no me veten, me conformo (El Cabrero)

El Cabrero en un reportaje reciente de Juan Pablo Pereda

Tardé en comprender por qué coincidían las tres propuestas en el tiempo hasta que recordé que todos hacían mención a los setenta años que José cumplió el 19 de octubre y a la preocupación de todos ellos ante la posibilidad de que “abandone los escenarios sin que se le haga justicia”.

¿Podría un premio, una medalla o cualquier distinción, por importante que fuera, reparar décadas de veto, discriminación, ninguneo y trabas, de toda índole, a su carrera? Yo, que he tenido – y tengo – que sortear todo eso para evitar que su voz sea silenciada, afirmo que no. Y no señalo aquí causas-efecto porque son obvias.

El Cabrero nunca ha sido amigo de distinciones, ya lo comentamos en este blog, por eso nunca se ha sentido excluido del ranking de “premiados” y, cuando le han sugerido que estaba siendo discriminado en el reparto , su respuesta ha sido siempre: “No me gustan los premios, ni los privilegios: con que no me veten, me conformo”.

No fue cómodo tener que rechazar las tres iniciativas y enfrentarnos a la decepción inicial de sus promotores que habían puesto mucho entusiasmo en ellas. Pero al final, lo entendieron porque, si bien tenían sus razones y eran solidarios y nobles sus propósitos, se equivocaban en lo fundamental: a El Cabrero se le hace justicia cada vez que se llena un recinto donde lo anuncian y el público se emociona con su cante. Cuando pasa horas, después del concierto, saludando y recibiendo el cariño de tanta gente que espera, hasta la madrugada, para estrechar su mano y cuando los grandes medios de comunicación desprecian los discos que publica y los aficionados los compran porque hacen correr la voz, de boca en boca.

Aunque lo haya dejado para el final, se me ocurrió esta entrada en el blog al recibir hoy un comentario en un vídeo de los que tenemos publicados en youtube, el documental El Cabrero, el Canto de la Sierra:

Tengo 15 años y en el instituto propuse este documental en Filosofía, la gente se quedó pasmada y desde entonces se interesan por El Cabrero”

A El Cabrero se le hace justicia, cuando vienen a sus conciertos los hijos y nietos de sus primeros seguidores y le dicen: te escucho desde niño.


Archivado en: El blog de El Cabrero y Elena Bermúdez se recicla Tagged: fandango, flamenco
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No me gustan los premios, ni los privilegios: con que no me veten, me conformo (El Cabrero)

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