Los pies son la verdadera base del cuerpo y a la vez son excelentes indicadores en
cuanto una persona esta o no enraizada o equilibrada
Por lo mismo, son muchas las cosas que se pueden aprender al observar y conectarnos con nuestros propios pies. En el aspecto psicológico los pies son de vital importancia ya que son la parte de nosotros que hace contacto con la realidad, con el piso, la tierra, con la gravedad. A nivel físico un desequilibrio en los pies compromete el equilibrio total de la estructura
corporal.
Según la tradición de medicina china, el chi recorre todo el cuerpo como una energía
fluida y vital a través de los “meridianos”. El concepto de meridianos corresponde a la
existencia al interior del cuerpo de una vasta red interconectada de finos caminos
tridimensionales por donde el chi se desplaza, relacionando y creando balance en las
estructuras, substancias, órganos y diversas esferas psico físicas que componen al ser
humano se sustenta en la base que lo pies son buenos indicadores sobre la salud
o las dolencias de las personas.
La base de ésta técnica es que para cada órgano y área
del cuerpo existe una correlación directa en alguna zona de los pies. Si el cuerpo-mente
está saludable los pies también lo estarán y al contrario, si alguna zona del cuerpo está
bajo alguna dolencia o no se presenta en estado saludable, aquella zona del pie tampoco
presentará un buen aspecto y estará extremadamente sensible al toque.
. Todos los meridianos tiene puntos terminales en los pies por lo tanto un
masaje activo en los pies puede establecer un flujo saludable de energía, entregando al
cuerpo-mente un estimulo vital.
El término inglés grounded, grounding o groundedness no tiene traducción literal al español. Terapeutas que trabajan dentro de la perspectiva corporal lo utilizan para refererirse al estado de enraizamiento o de conexión con las “cosas a tierra” que una persona pueda tener. Hace referencia al la sensación de apoyo
o estabilidad de la persona.
Técnica muy antigua nacida en Asia y ampliamente desarrollada en occidente que apela al tratamiento de cualquier dolencia corporal a través de la estimulación a través de masajes y digito presiones en los pies.
Los pies nos conectan al piso, a la tierra, permiten una postura vertical y a la vez es uno
de los lugares más simbólicos del cuerpo humano. Representa el punto de partida de la
verticalización, elevación y ascensión.
Los pies también designan a la persona y su carácter. El hombre no fue llamado para
vivir curvado, esclavizado sino al contrario, fue creado para vivir de pie instalado en su
verticalidad.
En la entrada de las mezquitas, en templos de Asia y en algunos monasterios católicos,
sacarse los zapatos antes de ingresar a terreno sagrado es una exigencia. Es en aquel
acto de despojo en que traemos a la carne la experiencia de conectarnos con la Tierra
Divina. Este acción es simple pero de gran significado. Dios le pide Moisés que se
saque las sandalias al llegar a las tierras de Israel ya que esta en Tierra Sagrada
.
No hay que olvidar la cantidad de expresiones en la vida cotidiana que incluyen a los
pies: echó pie atrás, no me llega ni a los pies, en pie de guerra, no quedó nada de pie,
meter lo pies donde no corresponde, cayó de pie, estar en buen pie, etc.
En un inicio el hombre fetal asume la forma de germen, punto de partida de toda su
potencialidad, nadando en el líquido amniótico de la madre. La primera forma de este
germen es como la de un pie. En la tradición judeo-cristiano, en el cuerpo humano la
forma de germen donde reúne a todo el ser en el embrión será encontrada
posteriormente en los riñones (los pies del tronco) y en las orejas (los pies de la
cabeza)
. Al igual que el signo de interrogación que diseña la forma de los pies, las
orejas tienen esa misma expresión de pregunta. Esta visión también se encuentra en la
medicina tradicional de china. Podemos reflexionar sobre cuál será la pregunta para
nosotros que tienen los pies y las orejas.
La palabra en hebreo para tierra o terreno es adamá. De esta misma raíz se desprende adom que remite al color rojo. Dam quiere decir sangre y Adam, el primer humano, significa etimológicamente “Humano Rojo”, defiriéndose a la tierra barrosa y a la sangre que lo constituyen.
En su duplicidad izquierdo/derecho, los pies evocan la unidad energética y
complementaria de yin y yang, de masculino/femenino, conciente e inconciente, de
humano y divino. Hay en los evangelios de Juan un gran simbolismo cuando al lavar
los pies de sus apóstoles, Jesús afirma: basta que los pies sean purificados para que todo
el hombre lo sea (Jo 13,10). Jesús busca curar los pies de la humanidad herida.
Lamentablemente los pies son olvidados con frecuencia en la vida cotidiana del
Hombre. Cuidar de los pies es tener la posibilidad de vivenciarlos.
La micosis puede hablar de una actitud de falta de higiene, pero también de la
incapacidad de escoger los zapatos adecuados, de una baja en el sistema inmunológico
producto de stress o de pies que no son secados adecuadamente por que alguien tiene la
cabeza en otro lugar (en las Nubes y no en la Tierra). Callos y callosidades hablan de
una postura inadecuada, de desequilibro al caminar, al pisar, en la dificultad de estar
erectos de pie, verticalizados. La salud de los pies afecta la salud de la persona, su
calidad y conciencia de vida tanto interior como exterior