Revista Infancia
Últimamente, me he encontrado con varios padres/madres/hermanos pegando o amenazando a niños pequeños con arrearles un guantazo.
Es un tema que me toca mucho la fibra, ya que a mi me criaron también a base de golpes y no concibo tratar así a mi hija.
La primera situación, quizás la peor de las que he visto últimamente, fue hace algo más de una semana en una tienda H&M de la zona alta de Barcelona. Una niña de unos 7-8 años salía corriendo escaleras abajo seguida por su pija madre... Alcanza a la niña en el primer rellano de escaleras y le suelta tres ostias ( porque aquello no eran cachetes, eran tortazos con mano abierta y dirigidos a hacer daño ) en la cara y en la espalda.
La niña ni tan siquiera lloró. Yo me quedé petrificada, incapaz de articular palabra. En mi interior quería gritarle a la madre, que dejara de pegar a la niña, que hubiera hecho lo que hubiera hecho, no era forma de tratar a un niño... Pero me quedé paralizada, al igual que las dependientas de la tienda... Nadie se atrevió a decir nada, asistiendo como espectadores mudos al espectáculo...
Y me sentí mal, me sentí mal por la niña, por la indefensión de ella y por la impunidad con la que pueden actuar los padres por el mero hecho de ser padres.
Imagino que si alguien hubiera alzado la voz, hubiera defendido a la niña, se habría convertido en el objeto de ira de la madre.
La segunda y tercera experiencia, han sido durante el fin de semana... En ambas, una persona más mayor ( en una un padre y en otra una hermana ), amenazaban de pegar a unos niños pequeños de apenas dos años...
El padre, agachado, a nivel de una niña que apenas tenía dos años, mirándola fijamente y diciéndole que si lo volvía a hacer le iba a dar un tortazo... Vamos, no tengo ni idea que habría hecho la niña para merecer semejante amenaza... Pero fuera lo que fuera, nada justifica esas palabras.
La otra, la hermana, estaba en el bus, iba con los abuelos y dos niños pequeños. Llevaba a su hermano sentado encima... Cuando el niño se revolvió un poco porque quería ir con el abuelo, la niña le espetó : estate quieto o te meto una ostia 0_0 No se si el abuelo llegó a oírlo... he de suponer que si, porque yo estaba al lado del señor y lo oí perfectamente... Pero no dijo absolutamente nada...
Y tal vez soy demasiado happyflower, pero me da asco vivir en una sociedad así, en la que los adultos abusan de su poder sobre los pequeños, con amenazas de agresiones, o agrediendo físicamente.
Reconozco que yo no soy perfecta, que pierdo los nervios a veces y elevo el tono de voz, que puedo ser intransigente y castigar a mi hija... Pero nunca, jamás la amenazaría con pegarle, nunca alzaría la mano contra ella para darle una bofetada o un puñetazo...
¿ Que falla en esta sociedad que lo más puro que tenemos lo tratamos como a una mierda?