Para D., que me dice "No me mires".
Me dices No me mires bajo sábanas,
presumidas testigos del gracejo
que huye de chicken nuggets y pizarras
para pedir asilo a un consejo
de guerra por la paz de nuestros mapas.
En nuestros inventarios cabe un respiro
para darle envidia a las estrellas,
quizás a una canción de Luis Ramiro.
Me vuelves a decir que no te mire
en Damien, la Montagne, serio o cursi,
ni en un vis-à-vis ni en la muchedumbre.
Pero desde un domingo que te ví
-con los Hombres G de fondo, yo de maître-
no puedo atar mis faros. Y te ví.
Poem by W.