Atroces. Desmedidos. Los incendios este año, se veía venir, han sido grandes, enormes. España ha vuelto a arder por los cuatro costados, nunca mejor dicho.
Lo de Valencia ha alcanzado unas dimensiones tremendas 45.000 hectáreas. Y Canarias ha sido una antorcha, en Tenerife y sobre todo en La Gomera. Hoy, todavía sin apagar, en la pequeña isla Canaria, se ha quemado el 11% de la superficie y se ha evacuado al 25% de la población. Una catástrofe sin precedentes. Y Orense y Huelva y Alicante y Gerona…
Y ahí está él. Más chulo que un ocho. Nada le quita el sueño, bueno sí, se lo quita que ya no haya camareros profesionales auténticos, hoy son inmigrantes y ya no sirven con la eficacia de antes. Y es que ya se sabe, los de fuera no saben trabajar, vienen a apuntarse a la Seguridad Social y a operarse.
Me refiero al ínclito Arias Cañete, todo él humanidad, un tipo que siempre está dispuesto a ser ministro, aunque no haga nada. Hoy es ministro de Agricultura y Medio Ambiente. ¿Alguien puede decirme o recordarme qué ha hecho este individuo, bien en la etapa anterior o en la actual, que se recuerde como obra de Arias Cañete?
¡Ah! sí, ya recuerdo algo que ha hecho, recientemente: la reforma de la ley de costas. Esa reforma que permite acercar los inmuebles a nuestra costa y ha autorizado muchos de los que estaban saltándose la ley.
Él tiene una cosa clara “vivir de ministro”, eso se le da como hongos. Por eso, cree en una reforma laboral que deje a la gente con condiciones penosas, pero él cuando está de vacaciones, no bromea. Aunque España se queme, él tiene derecho, a hacer lo que hace todo el año: descansar. ¡No molesten!
Y es que lo necesita. No hay nada más que verle. Eso sí, si el rey va a los toros, no le va a dejar solo, no vaya a ser que se caiga. Por supuesto, que si hay algún muerto por incendios forestales, probablemente vaya al entierro, pero sólo un poco.
Pero de eso a tener que interrumpir las vacaciones para ir a ver cómo van los incendios más graves de este verano, para ver como se quemas parques naturales, para intentar encabezar la lucha contra esta plaga, de eso nada. Él tiene que descansar, y además ir a los toros, ¡faltaría más!. Y es que Cañete es mucho Cañete, no crean ustedes que le van a molestar por incendios como los de este verano. Bueno por esos y por ningunos otros. Él, está trabajando todo el año (¿?), por nosotros, y merece un descanso.
No querrán ustedes que un tipo que no ha dado un palo al agua en toda su vida, se ponga ahora a hacerlo. De ministro y trabajando, sería una tremenda contradicción. ¡A buenas horas, mangas verdes! Él ha nacido para ser ministro, no para ser currante.
Además, a pesar de poseer tierras, no se le han quemado las suyas. ¡Que trabaje Rita! Un vividor no está para estas pequeñeces. Si se quema el bosque, Arias Cañete sigue durmiendo y no dice ni mu. No vaya a ser que se cree falsa alarma. Al fin y al cabo, si alguien muere no son de su casta y si algún monte se quema, no son los suyos. La culpa es de la calor, que hace estragos.
A todo esto añadan que limpiar los montes es caro y que hay recortes presupuestarios. Pues eso, blanco y en botella.
El caso es que en La Gomera los daños son irreversibles y en la Comunidad Autónoma de Canarias no tienen medios para apagar estos incendios. Pero claro, eso tampoco va con él. Él vive en la península.
En fin, habrá que rogar a San Judas Tadeo (abogado de los imposibles) para que no haya más incendios, no vaya a ser que alguna mala gente –que la hay— vaya a pedir al ministro que dirija la extinción y le despierten de su larga siesta veraniega. El pobrecillo tiene que reponerse, el invierno ha sido duro, e hibernar más todavía.
Salud y República