La violencia de género es una lacra contra la que aún queda mucho por hacer.
El maltrato psicológico es la mas silenciosa de las violencias.
La mas desconocida.
La historia de A…
No me pegó nunca.
Nunca le hizo falta.
Y sin embargo temía sus manos, temía sus ojos, temía su rabia.
Pero no me pegó nunca.
Cuando huí la primera vez, fue lo que me preguntaron:
-Te pega?
-No. Nunca lo hizo.- Pero lo temía, viví esperando ese golpe, esa bofetada, eso… Que hubiese sido el motivo para escaparme.
Pero nunca me pegó.
Y sin embargo nunca nadie pudo hacerme mas daño.
Ni siquiera llegó a insultarme nunca, o a levantarme la voz.
Nunca lo hizo.
Violencia, violencia, violencia.
Esa invisible, la que nadie ve, la que avergüenza contar, la que la familia cree que imaginas, porque el siempre fue un caballero, de los que abren puertas, de los que hablan siempre bajito…
El día que se lo conté a mi madre no me creyó, si ni siquiera le gusta el fútbol, me dijo, cómo puedes hablar así de el? Tienes otro?
Cada día a su lado moría un poco, me empequeñecía y me sumía en la oscuridad, en el miedo.
No me pegó nunca, pero sus NO golpes me rompieron por dentro, me rajaron los cimientos.
Sus palabras susurradas a dos centímetros de mi cara cuando se enfadaba:
-No vales nada, no eres nada…
Se clavaron como estacas en mi pecho y enraizaron.
Ahí siguen.
Consiguió clavarme los puñales de la inseguridad con su menosprecio.
Me robaba valor y yo le creía. Y me sentía culpable por ser como soy, sentía que no le merecía, y el no dudaba en recordármelo a cada minuto.
No eres nada, no eres nadie.
Nadie te querrá nunca
Constantemente criticaba mi aspecto, por no arreglarme, por arreglarme demasiado, por sonreír a otros, por no sonreír a nadie…
Nunca conseguía hacer algo bien, y ese esfuerzo permanente, esa necesidad imperiosa de su agrado, de su satisfacción, me quitaba el sueño.
No sabes cocinar, no sabes limpiar, no sabes planchar…
No sabes nada, eres lerda, inculta…
No opines, no sabes, no molestes…
No eres nada, no eres nadie.
Pensé muchas veces en abandonarle al principio, y muchas veces le amenacé.
Me suplicaba que no lo hiciese, y durante unos días vivíamos en calma, falsa calma…
El tiempo me robó la fuerza ni para pensarlo.
Le creí.
No era nada, no era nadie…
Quién me iba a querer sino el?
Decidimos tener un hijo, lo decidió, y durante meses lo intentamos, cada mes un drama al volver mi menstruación:
-Ni para eso vales, hasta la naturaleza sabe que no debes perpetuarte.
Nos separamos poco a poco de la familia y los amigos, aunque siempre eran escusas mías, cuántas veces escuché decirle a mi madre por teléfono, otra vez esta rara y no quiere ir a veros…
La soledad se convirtió en mi más íntima amiga.
El embarazo llegó, meses de calma, de consuelo, habría cambiado?
Y mi hijo nació, y entre reproches inicié mi maternidad…
No sabes, no te esfuerzas, lo haces mal.
El pecho fue un camino de espinas…
Por qué no te esfuerzas? Por qué te quejas? Te duele porque no quieres alimentar a tu hijo, mala madre, tu cuerpo te castiga…
Criticaba cuando le vestía, porque lo hacía mal, si le tenía en pijama, si le bañaba por la mañana o por la noche.
Si lloraba…
Llegaba y obsesivamente le cambiaba el pañal. La primera vez que se escoció: Está sucio, no le quieres, no le cuidas.
Mala madre… Esa noche me planteé el suicidio.
Y algo revivió en mi.
Huí.
Sin mirar atrás.
Con mi bebé en brazos.
Aún huyo.
Nunca dejaré de hacerlo.
Aunque sepa que ya no me puede dañar.
Aunque sepa que nunca mas volverá a acercarse a mi.
Pero mientras viva, le temeré, temeré que le mire, que le enseñe a odiarse, que le enseñe a morir hacia dentro…
Temeré cada vez que se lo lleva, cuando altivo me mira desde la ventanilla del coche, porque sabe que aún es dueño de mis pesadillas…
Esas que no llegan cuando está junto a el, porque me roba el sueño.
El sueño y la cordura, saber que la ley no nos ampara, que el sigue siendo su padre, aunque yo sepa de lo que es capaz…
El número de víctimas de violencia de género con orden de protección o medidas cautelares inscritas en el Registro del instituto nacional de estadísticas del año 2013 fue de 27.122 mujeres.
En el año 2014 51 mujeres perdieron la vida víctimas de la violencia de género
Se desconoce el numero de mujeres que no denunciaron, o que no fueron inscritas.
Se desconoce el numero de mujeres víctimas de violencia psicológica.