Revista Sociedad

No me puedo distraer ni un minuto

Publicado el 04 junio 2014 por Dolega @blogdedolega

Abdicación Juan Carlos

Me desconecto unos días y casi me encuentro desmontado el chiringuito cuando vuelvo.

Resulta que ha nacido una estrella en la política; sí ese señor de PODEMOS que todo el mundo se empeña en llamar “chico” y yo lo veo bastante crecidito ya, que lleva una pinta manifiestamente higienizable y que dice esas cosas que todos hemos dicho que haríamos si nos tocara la lotería ó fuéramos Superman. Lo que no entiendo es porque tienen que estar reñidos la modestia y el vestirse en Alcampo con una apariencia aseada.

Me he leído sus propuestas y he visto unas cuantas apariciones suyas por la tele y me gusta; me gusta mucho eso de que me va a jubilar a los sesenta y me va a dar un salario “solo por existir”… Y yo voy y me quedo en casa en la últimas elecciones ¡Hay que joderse! Si lo llego a saber habría tenido un voto más.

Este señor es la consecuencia lógica a gobernar de espaldas a quién os ha puesto, a vuestro jefe, al que le debéis vuestro puesto, o sea al que mete el papelito en la urna, a incumplir vuestro programa electoral, a dejar campar la corrupción a sus anchas por los cuatro puntos cardinales del país, a no limpiar vuestras filas en condiciones, a pactar con Dios y con el Diablo para seguir pisando moqueta y coche oficial, en definitiva, a convencernos de que tenemos que elegir quien conduce el bus: Si alguno de los cuatro ladrones ciegos ó el loco borracho ¿Adivinas a quién voy a escoger?

Os lo habéis ganado a pulso ¡Políticos que sois unos políticos!

Ya lo tengo todo planeado, voy a llegar al banco y le voy a comunicar que le va a seguir pagando la hipoteca su puñetera madre ¡Que no! Que ahí tiene la casa, que no paso ni una apretura más para pagarle lo que le debo, que se la quede, que vea a ver que hace con ella, que ahí se la dejo con pájaro cantor incorporado.

Luego mandaré al Niño a que la “okupe” con sus colegas y si vienen a desalojarlos que quemen todos los contenedores de la calle y se nieguen a negociar con el alcalde del pueblo. ¡Que ya está bien de que siempre seamos los mismos los sacrificados, coño!

Ya iré yo luego y los sacaré a collejas que esos saben que en esta casa la democracia es hacer lo que Dolega diga y que mi paciencia para negociar es realmente escasa.

Son las ventajas de ser la Reina de la casa… Por cierto, el otro día  de pronto, se nos va el Rey. Menos mal que estaba todo muy meditado porque los ha pillado a todos con una muy estudiada cara de ¡¿Eiiiinnn?! Y los elefantes andan divididos entre los que bailan felices porque el cazador se retira y los que andan acojonados porque va a tener todo el tiempo libre para cazar.

Y así, de golpe y porrazo tenemos nuevos Reyes. Me siento fatal porque ya no podré decir eso tan castizo de “La Lety” ¡No! Que ahora será Reina y no es cosa de que parezca que le falto al respeto, pero aprovecharé que todavía es princesa para recomendarle un relajante muscular a ver si se le relaja la sonrisa y no parece que le van apretando los Manolos ó que se han olvidado algún alfiler en mal sitio las costureras de Felipe Varela.


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