Hay días que son pero no se está.
Hoy es uno de ellos aunque luzca el sol de otoño en el cielo.
Las hojas empiezan a tornarse rojizas y despegan su vuelo en una caída interminable al suelo.
Hoy te has levantado pronto y me has hecho café como cada mañana que despiertas a mi lado.
Me dejas perezosa en mi lado de la cama, desperezándome despacio, entre los ronroneos del gato.
Suena Ryan Adams desde el estudio, y hundo la cabeza entre las sábanas mientras abres la ventana.
Noche profunda en mi cabeza, días de rosas en tus manos.
Me susurras que me levante y solo refunfuño (ya sabes que hay cosas que hay que tomárselas con calma).
Te recuestas a mi lado y me besas para despertarme, el café ya empieza a enfriarse en la mesilla. Sólo cinco minutitos más, el mundo puede esperar si tu te escondes aquí conmigo.
Revisas el correo, la prensa del día, te duchas y van dos cafés en tu cuenta. El mío sigue esperando y tu con él por mi.
Sigo remoloneando, refunfuño en mi nudo de pereza y mal humor mañanero., Pero Cariño, No me toques las palmas y déjame tomármelo con calma, que hay días que son pero no se está.
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