Este artículo va dirigido a ti, a ti que estás sufriendo por
amor, que sientes que vas a morir de amor, que no se puede sufrir más.
Posiblemente te hayan dejado, tu pareja te ha dejado después de unos meses,
unos años o toda la vida contigo; quizás has sido tu quien haya roto la
relación, cansado o cansada de no ser feliz en pareja a pesar de lo mucho que
le quieres; quizás no haya ruptura y estés
muriendo de amor en una relación de sufrimiento y dolor; o quizás nunca hayas
empezado una relación, y esa persona de la que estas enamorada no te quiera o
te diga que no puede estar contigo. El caso es que lloras y lloras, gimes de
dolor y solo puedes pensar que tu vida ya no tiene sentido.
¿Existe algo más contradictorio que morir de amor? ¿Puede
haber algo con menos sentido? El amor es luz, es alegría, es ternura. Es verdad
que cuando el amor “aterriza” en la realidad pueden aparecer conflictos y
problemas, pero todo lo malo que pueda acompañar a una relación nunca será lo
que defina el amor. El amor se define por pasión, por amistad, por compromiso.
No dudo de tus emociones, ni de esa sensación de no poder más con el dolor.
Cuando el amor se pierde necesitamos asumir esa pérdida; cuando no somos
felices, las emociones negativas señalan lo que no funciona. Pero todo ese
dolor tiene un límite.
Si después de un tiempo sigues muriendo de amor hay algo que
no está funcionando. Posiblemente pienses que has perdido la única oportunidad
que tienes para ser feliz, que tu vida ya no tiene sentido, que no te vas a
poder recuperar, que nunca vas poder amar como has amado y como amas. Pero no
es verdad, por mucho que lo sientas, no es verdad. Tú te mereces ser feliz y,
si un día quieres, amar y ser feliz a la vez. Sufrir y amar a la vez no es amar
es solo sufrir.
Necesitas poner un límite a lo que estás pasando, y ese
límite pasa porque veas la inutilidad de tu sufrimiento. Tú vales mucho más que
tu amor, tú te mereces ser feliz, te mereces olvidar el dolor y quizás un día
volver a amar pero risas en lugar de llanto.