Olvida la perfección y busca un sistema que sólo sea suficientemente bueno. Lo importante de tu organización es que te permita tomar decisiones de una forma fácil y fluida, y que eso te lleve a hacer las cosas. La solución no es estar organizado al detalle, sino lo suficientemente organizado para que una revisión semanal de tu sistema te permita tenerlo todo bajo control de una forma relajada.
El propósito de un sistema de productividad personal es ganar tiempo. Si pierdes demasiado tiempo con la organización de tu trabajo, no tienes un sistema de productividad.
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