Nos están intimando a deponer los sueños y no podemos, no queremos renunciar a llenarnos de insomnios.
Manifestar que queremos manifestarnos aunque más no sea como primer esbozo de un intento.
Multiplicar actos fallidos sin que sean condenados con censuras baratas.
No estar obligados al sincericidio ni al silencio cómplice.
Dudar de nuestras dudas una vez por semana sin el acoso de los agobiadores a sueldo.
Plantar bandera en la incertidumbre sin que nos cobren el asma.
Y sentarnos a escuchar la última palabra de nuestro eco.
