No nos olvidemos de Haití

En su viñeta diaria en El País, el dibujante Forges viene repitiendo incesantemente la misma consigna: "No te olvides de Haití". Ayer, cuando se cumplió un año del terremoto que dejó devastado al país más pobre del mundo, Forges nos lo gritaba de nuevo en la viñeta que ilustra esta entrada, constatando que, cuando Haití dejó de ser portada en los medios informativos, llegó el olvido.
Un año después del terremoto que asoló Haití, aún se siguen encontrando cuerpos de fallecidos en ese fatal desastre. El país sigue viviendo entre escombros, se ha convertido en un pueblo de chabolas, se cuentan por cientos de miles los desplazados y en algunos puntos es como si el año no hubiera transcurrido.
El Gobierno haití estima que fueron 300.000 personas las que fallecieron en el seísmo, pero las estadísticas no incluyen a los que han quedado atrapados bajos los escombros. Se teme que cuando empiecen las tareas de reconstrucción se encontrarán más cuerpos bajo los cascotes de los edificios. Un panorama que da fe de una herida que se niega a sanar, y que ahora sirve de escenario de una tragedia que para miles de haitianos no tiene fin porque el cólera y la cólera amenazan con destruir lo poco que queda.
No todo el mundo ha cumplido con sus obligaciones de ayuda, ni siquiera con las anunciadas y prometidas públicamente. Otros países sin embargo, como Cuba, están dando toda una lección de compromiso y solidaridad. Un personajes públicos como Sean Penn anunció que trabajará para Haití por el resto de su vida.
Aquí, en nuestra Comunidad Autónoma, el Consell desvió a una red privada el dinero para cooperación. Una vez más hemos quedado como unos auténticos chorizos, ya que las donaciones voluntarias de ciudadanos, instituciones y empresas para la ayuda humanitaria a Haití fueron a manos de la Fundación Hemisferio de la Comunidad Valenciana, que el fiscal anticorrupción investiga como supuesta pieza central de una trama de captación de subvenciones de la Generalitat en materia de cooperación. Rafael Blasco decidió entregar, como "subvención nominativa", los 177.779 euros recaudados en dos cuentas corrientes abiertas tras la catástrofe a la entonces denominada Fundación Solidaria Entre Pueblos (tuvo que cambiar de nombre hace unos meses por sentencia judicial).
Os dejo con este vídeo de Eduardo Galeano que he encontrado en el blog de mi amiga Àngels Martínez i Castells.
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