Revista Economía

No nos vamos. nos echan.

Publicado el 12 noviembre 2019 por Torrens

El resultado de las elecciones del 10-N certificaron y evidenciaron sin lugar a dudas la profunda estupidez de Pedro Sánchez, la estupidez y candidez del votante español unida a cierta tendencia franquista, la catastrófica gestión del régimen del 78, gobierne quien gobierne, y la profunda e inmensa crisis política de un país que tiene que estar continuamente hablando de su democracia y del Estado de Derecho precisamente porque no es ni una cosa ni la otra.

Es fácil describir la profunda crisis política española y sus razones. Solo la burla a la Justicia que supuso el juicio bufo al process es suficiente para retratar la política española. Solo TV3 retransmitió la totalidad del juicio-farsa, y todo el resto de España se creyó la sarta de mentiras de la pocilga mediática, sin enterarse de que el tribunal y en especial su presidente Marchena violó prácticamente todas las normas de procedimiento apoyando descaradamente a la acusación y limitando e incluso anulando las defensas, hasta el extremo que al inicio varios policías cometieron grave perjurio al negar la violencia por ellos practicada y acusar a los votantes de tal respuesta violenta, y cuando las defensas solicitaron aportar como prueba los videos vistos en el mundo entero que reflejan una realidad opuesta a las declaraciones de los policías, Marchena se negó aduciendo que los videos se verían más adelante, pero cuando al final del juicio finalmente se pasaron unos pocos videos seleccionados entre los que reflejaban menos brutalidad Marchena negó su utilización como prueba, además, la condena por malversación es burla y recochineo porque desde más de un año antes del referéndum la finanzas de la Generalitat catalana estaban intervenidas por el ministerio de Hacienda y por tanto si alguien debería estar en la cárcel es Montoro y su equipo, y si tal como fue el caso no se utilizaron fondos públicos no puede haber malversación. Y todavía hay quien no entiende la tremenda reacción en Catalunya contra el fallo del juicio tanto por parte de independentistas como de muchos unionistas, y los españoles que creen que el juicio fue justo y se cometió un golpe de Estado violento son mayoría, y que los CDR, todo y estar probado que no poseen ni armas ni explosivos, son terroristas y el independentismo es violento, y se supone que alguien en Madrid cree que con difamaciones y pruebas falsas se va a solucionar el problema.

El conflicto será difícil de solucionar porque los partidos del régimen del 78 han usado un método irresponsable para ganar votos: exacerbar la catalanofobia hasta convertir el independentismo catalán, pacífico y democrático, en algo peor que ETA, y a sus miembros en los apestados del siglo XXI. Un buen ejemplo de esta insensatez es el desastre de Ciudadanos, que llevaban años atacando duramente a Catalunya en todo, lo malo y lo bueno, barbaridad de la que finalmente se ha aprovechado VOX porque son más bestias que ellos y así cerca de 4 millones de españoles han votado por imponer la cadena perpetua, hacer muro en Ceuta y Melilla, ilegalizar partidos independentistas, prohibir aborto, perseguir a migrantes y homosexuales, desmantelar las pensiones, privatizar la educación y la sanidad y reponer la mili obligatoria, porque la principal característica de la inmensa estupidez catalanofoba es que son capaces de votar al diablo mientras se perjudique a Catalunya.

El colmo de la estupidez catalanofoba española ocurrió la semana pasada cuando el periódico El Español: publicó un artículo plagado de insultos a cuál peor, sobre varios periodistas de TV3 que, entre otras cosas dice: “Comisarios, incendiarios y bufones: los siete jinetes del odio de TV3”. Es una pieza con fotografías de unos cuántos profesionales de la tele pública. De Pilar Rahola dicen que es “Belén Esteban del Proceso”. De Toni Soler, que practica “humor xenófobo catalán”. De Lidia Heredia dicen que es la “tuerta en el país de los ciegos”, pero le salvan la vida porque es “lo más próximo que hay ahora mismo en TV3 a un verdadero profesional del periodismo”. El articulo es grave pero lo más grave es que las pocas voces que lo comentaron en la pocilga mediática fueron para elogiarlo y apoyarlo y ni una sola voz fuera de Catalunya dijo lo que se merecían los indeseables que lo publicaron.

Lo dicho, no nos vamos, nos echan, porque si en España ciudadanos, medios, estado y partidos continúan tratando el asunto de forma tan absurda e insultante pronto los catalanes independentistas serán más del 100%, aunque aritméticamente sea imposible.

Por cierto, no estoy de acuerdo con los cortes de carreteras o autopistas, siempre he dicho que son la manifestación de los faltos de imaginación y de buena organización, además tienen dos problemas, primero perjudican a quien no tiene nada que ver con el conflicto, y además crean muchos enemigos a la razón para el corte, que cuando se practican repetidamente puede ser muy perjudiciales.


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