En alguna ocasión creo que he hablado desde esta misma tribuna sobre la invisibilidad, es decir, sobre el empeño que pone el equipo de gobierno en convertirnos invisibles a toda la oposición ( la ciencia está a punto de conseguirlo en algunos materiales). Se hace todo lo posible por limitar nuestro tiempo de aparición en la Radio local, evitar que aparezcamos en fotografías relacionadas con actos institucionales y se nos hace desparecer de cualquier reportaje televisivo.
Y no deja de llamarme la atención cuando lo comparo con la cortesía y el buen hacer que existió en otras épocas. Hay numerosos edificios en Ibi (Polideportivo o Centro Cultural) que conservan una placa alusiva al momento de su inauguración, en la que están incluso los nombres de los concejales que formaban la Corporación de entonces.
Hemos pasado al otro extremo, pues me he tenido que enterar por la prensa de que el viernes por la tarde estaba prevista la inauguración de las obras que se han realizado en el Polideportivo. Hasta no hace mucho, recibía en mi correo electrónico muchos mensajes remitidos desde distintos departamentos del Ayuntamiento, es decir, que mi dirección de e-mail es bien conocida, pública y notoria (está indicada en la cabecera de este blog). Pues bien, les aseguro que el relativo a esta inauguración no me ha llegado y, por lo que he podido leer, se mandó con el tiempo justo para facilitar la "invisibilidad" del Gobierno Central en el acto.
Curiosamente, también me entero a través de un comunicado del Grupo Socialista, que el viernes se procedía a la firma del Código Deontológico sobre autorregulación de la publicidad en el sector del juguete, acto que se celebró en la sede de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes ( AEFJ). Ayer domingo llamé a mi compañero Antonio Martos para verificar si había existido o no una invitación oficial, y Antonio me confirma que no la ha habido, que ellos se enteraron de casualidad.
Esta forma de actuar, esta forma de impedir que la oposición participe en los actos institucionales, es un arma de doble filo. Al principio, el que la utiliza puede tener la sensación de que la invisibilidad le reportará ventajas electorales (lo que aparece en la Tele no existe, y lo que no existe no se vota), pero a la larga los efectos puede ser demoledores para el sistema democrático, ya que, al trasladarse esta imagen distorsionada a la ciudadanía, ésta puede llegar a confundir los actos institucionales con actos "de partido".Les aseguro que si algún día tengo responsabilidades de gobierno en este Ayuntamiento, me encargaré personalmente de dar un giro de 180 grados en este tema. Los ciudadanos quieren y deben ver a todos sus representantes juntos cuando de un acto institucional se trata, sea una inauguración, una presentación, una conferencia, un premio, etc. Es más, pienso que en alguna de estas ocasiones que, por su relevancia, lo merezca, todos los grupos municipales deberían tener un turno de palabra.