"La verdad se sostiene sola. Sólo el embuste necesita el apoyo del gobierno".(Cambiemos "gobierno" por "industria farmacéutica" en lo que dura esta entrada.)
-leído en alguna parte-
No voy a muchas charlas de la industria, procuro evitarlas por cuestiones de salud, pero hoy me tocó asistir a una sobre nutrición parenteral en mi hospital. Una charla, como suele ser habitual, perfectamente diseñada para vender un producto, a cargo de alguien que, al menos de nutrición parenteral, no tenía mucha idea. Pero el mensaje ha quedado claro, que es lo de lo que se trata.
Durante la charla, mientras ponía cara de escuchar (creo), y esperaba al turno de preguntas, pensaba en el título de esta entrada y en la frase que un día escuché o leí en alguna parte y que he copiado arriba: lo que pasa en realidad es que no podemos competir y que la verdad, más que sostenerse sola, la pobre, está muy sola.
Por la tarde, intentaba deprimir a Antonio -aunque sé desde hace mucho tiempo que es totalmente imposible- y le decía por teléfono que la mayor parte del tiempo nos dedicamos a "predicar para los ya convencidos": en el fondo lo que pasa es que nos gusta darnos palmaditas en la espalda los unos a los otros y para eso hemos hecho un blog. Cada uno tiene sus vicios.
No podemos competir, no podemos competir... Eso no es más que la excusa de siempre para seguir sin hacer nada, dice el tío. (Hay que ver lo que puede hacer el vino verde portugués con algunas mentes sensibles...).
Pero lo cierto es que hay gente que está haciendo mucho y bien (ahí está el movimiento farmacriticx en las universidades, por poner un sólo ejemplo que tiene muy buena pinta). En fin, más nos vale encomendarnos a San Judas, patrón de las causas perdidas, y apoyar como mejor podamos a toda esa gente que trabaja de verdad. Antonio incluido, claro.