Vicente Ortún firma el editorial del último número de la revista Enfermería Clínica bajo el título "La enfermería en el mundo que viene". Una interesante visión del papel de la enfermería en España, de las difíciles relaciones interprofesionales en nuestro sistema sanitario y de la división de tareas.
Os dejamos con tres fragmentos del editorial aunque os recomendamos su lectura completa:
"Tres caminos ineludibles se abren ante nosotros: 1/Mejorar la calidad de los servicios a un menor coste (en jerga económica conseguir economías de escala, de gama y de aprendizaje), lo que implicará una notable redistribución de tareas. 2/Propiciar la capacidad resolutiva, la mejor expresión clínica de la eficiencia, lo que nos llevará a una redefinición de las profesiones. 3/Eliminar, desde la política sanitaria, las barreras regulatorias que puedan entorpecer los cambios anteriores".
"Solo con una división del trabajo que atienda a la capacidad resolutiva y que se olvide de gremialismos podrá conseguir las imprescindibles economías de escala, de gama y de aprendizaje que la atención a crónicos y agudos requerirá."
"Raro es el órgano, aparato, función, técnica, parte del cuerpo (¿la nalga tal vez?) que escape a las disputas gremiales. El seguimiento de un enfermo VIH+, el control de un polipatológico o de un diabético deber hacerlo el profesional con mayor capacidad resolutiva: aquel que consigue mejores desenlaces a igualdad de recursos sociales empleados."
¿Cómo podríamos llevar a cabo una redefinición de funciones? ¿Están preparados los profesionales y los "gremios" (colegios y sindicatos) para construir desde cero sus funciones? ¿Aceptarían los médicos que las enfermeras realizaran algunas de sus funciones habituales (que en otros países ya realizan)?
Un buen epílogo para esta entrada, lo sacamos del Manifiesto Cluetrain y resume muy bien que ocurre en las relaciones interprofesionales en el sistema sanitario:
29. Ya lo dijo Elvis Presley: "No podemos seguir juntos si sospechamos mutuamente."