“A quien madruga, Dios le ayuda”. Esta frase tiene su antítesis, su álter ego, su villano: “No por mucho madrugar, amanece más temprano”. ¡Vaya! Parece que el refranero también tiene contradicciones. De entrada, lo de que Dios te ayuda si madrugas suena un poco difícil de creer. Y no, no voy a entrar aquí en ... Leer más