No pudo ser en el primer asalto (102-89)

El primer partido de esta final respondió al clásico inicio en que el equipo que tiene ventaja de campo intenta imponer esa teórica superioridad desde el minuto 1. Los Celtics estuvieron bastante desconocidos, un poco amedrentados, y no desarrollaron su juego habitual.
Lamentable una vez más la actitud de Ron Artest que más que jugador de baloncesto parece un cosaco desatado que quizá se encontraría más a gusto en un ring de boxeo que en una cancha de basket.
De aquí al domingo, nuestro equipo debe borrar la historia de este partido y enfocar el siguiente encuentro con una mentalidad diferente que permita imponer un guión distinto. Hay que ser más agresivos y defender más contundentemente. En el juego interior hay que controlar más a Gasol y que Kobe haga sus números. Lo que hay que evitar es la acción combinada de los dos.
Paul Pierce anotó 24 puntos, Kevin Garnett 16, Ray Allen 12, y Rajon Rondo 13. Pero, a pesar de estos datos, ninguno de ellos jugó a un gran nivel lo cual nos debe dar confianza de que si funcionan mejor el próximo partido va a ser bien diferente. En cualquier caso, hizo bien Doc Rivers en mantener a un buen equipo en pista hasta el final para reducir la diferencia en el marcador que llegó a rebasar los veinte puntos.
Esta va a ser una final larga y lo sucedido en este primer partido es ya el pasado. Los Celtics van a darlo todo y mantenemos todas las opciones en alto para conseguir el título.