No puedo cerrar los ojos
Muy buenos días querida familia desde el hospital de Gambo
Una vez he puesto nombre propio a los niños y niñas que mueren de hambre no puedo permanecer indiferente, no puedo cerrar los ojos a una realidad que pasa por delante de mi mirada, no puedo volver a ser el mismo después de poner nombre propio al sufrimiento.
No son cifras, es Ruziya, Milkeso, Nuritu, Biftu, Habtamu…
Un abrazo bien fuerte desde Gambo y una vez más muchas muchas gracias de todo corazón