Revista Comunicación

No puedo dejar de ver Dexter

Publicado el 08 noviembre 2010 por Mellamomer
Una vez en Madrid, la cordura y la ficción inteligente han vuelto a mi vida en forma de archivos mkv. Sé que cuesta vivir sin telerealidad, pero lo que es imposible es vivir sin series.
Ahora mismo estoy en ese momento maravilloso en que tienes docenas de capítulos acumulados y que ves uno tras otro como una yonqui que grita, mañana lo dejo, éste es el último. Pero también estoy, como todos los años por esta época, en una disyuntiva jodida: Vi la gala cero de Gran Hermano pero me perdí las 3 galas siguientes por culpa de un viaje. Ahora mismo estoy totalmente en blanco, no sé quién es nadie y cuando veo en la tele un plano de un señor andaluz diciéndole a una morena "Quita que me corro" cambio de canal con los ojor cerrados.
No entiendo nada y por primera vez me siento orgullosa. El año pasado me pasó lo mismo: cuando llegué de Nueva York resulta que había una tal Indhira liada con un descerebrado llamado Arturo. Me hice la fuerte y escribí en este blog que mejor era aprovechar mi ignorancia para no engancharme pero ¿Dónde estaba la gracia? ¿Tenía algo mejor que hacer los jueves por la noche? Perderse Gran Hermano es no tener nada que comentar en los estados de Facebook. No puede una persona que ama la televisión perderse según qué momentos televisivos y 2009 fue uno de los grandes años de Gran Hermano. Pero lo que pasa en 2010 a mí me parece que merece un giro radical.
Puedo dejarlo, es muy sencillo. Por supuesto no hay que ver la gala, pero lo esencial es huír de los resúmenes. Porque como yo me vuelque por ejemplo con las 3 rubias y me ponga en contra de Yago, ya está. O sea, no necesitamos más, estaría vendida y de aquí a la final en un suspiro. Pero no lo haré. Porque lo de este año es un horror. No se puede guionizar algo que viene de serie con la palabra SIMPLE. ¿Qué hay más simple que gente conviviendo? Hay programas de telerealidad que necesitan un restaurante, esposas e hijos que se intercambian, una isla desierta en el caribe, pero esta gente no. El trabajo sucio está hecho en el casting, todos se van a llevar fatal. Un amigo me decía el otro día "Es que después de 12 ediciones hay que cambiar". ¿Por qué? Si al final cuando nos cogemos la cabeza, cuando estamos entregadísimos es cuando se unifican todos, cuando hay una única casa con la segmentación perfecta entre malos y buenos, en dos grupos definitivos, como siempre... Ese Derby final que por desgracia cada año empieza más tarde por culpa de la tontería ésta de las dos casas.
Pero yo venía a hablar de Dexter y su maravillosa quinta temporada. Aunque bueno... mejor me espero a otra entrada que mezclar las dos cosas en el mismo post está muy feo.

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