El alborotador siembra conflictos; el chisme separa a los mejores amigos. (Proverbios 16:28)
<<¿Te enteraste? Júramelo que no se lo vas a decir a nadie>> Desde ese momento la información comienza a propagarse, a destruirse y a destruir.
El chisme nunca tiene buenas intenciones, es la semilla de aquel que quiere sembrar conflictos, que quiere malponer al otro, que quiere destruir o que quiere dividir a los mejores amigos.
El chisme es atractivo, tiene la capacidad de seducir a quien al final determina escucharlo porque tiene una buena porción misterio e intriga, quien tiene la virtud de negarse a escucharlo se queda con la interrogante de lo que pudo haber sucedido; pero también tiene la necesidad de volverlo a contar, por eso se hace viral.
El chisme es una noticia no verificada y tergiversada. Si te dicen que alguien está hablando mal de ti, o si alguien te habla mal de otro, y quieres conservar a tus amigos te hará bien reconocer a quien te trae esa información como un alborotador con malas intenciones y no darle la importancia que esperas que le des.
Epicteto lo decía en tono irónico: <<*Si te vienen a decir que alguno ha hablado mal de ti*, no te empeñes en negar lo que ha dicho; *responde solamente que no sabe tus otros vicios*, y que de conocerlos, hubiera hablado mucho más” Restarle importancia al chisme es eliminarlo.
Por Carlos Fuenmayor