Personalmente, no quiero amar más… ni menos! Simplemente amo y ya está, no puedo negarme, ni renunciar a ello! Desear amar entraña la voluntad de hacer, si quieres llámale predisposición y nada más! Y a esa predisposición, solo le falta alguien para amar! Cuántas personas confunden esta predisposición a amar, el amar al amor… con el amor de verdad! Seguramente son las mismas personas que pasan de un presunto amor a otro, sin tener en cuenta la individualidad de la persona amada y solo movidas por su deseo incontenible de amar y de ser amadas… pero sin amarse siquiera a ellas mismas! Así, la persona presuntamente amada se convierte en un objeto amoroso y nada más! Ni se le valora por lo que realmente es, ni se le respeta como ser único e irrepetible… y especial para nosotros!
El amor es algo que surge de dentro, nos sobrecoje, rompe nuestros esquemas y, en un instante, te hallas amando a alguien por lo que ese alguien realmente es, por lo que te inspira, por lo que entrega, por lo que siente… aunque, la verdad, es que no hay razones objetivas para amarle, lo es todo su ser! Tan solo lo amas y ya está! ¿Acaso una madre se plantea por qué y cuánto ama a su hijo? Si buscas razones para amar o para dejar de hacerlo, es que participa tu voluntad, tu mente… y no tu corazón! Y, aunque la actitud de amar sí es un acto de libertad, no necesita de la voluntad para amar a alguien… especial! Especial porque lo sentimos así, porque nuestro corazón se conmueve cuando sentimos a esa persona que, sin premeditación ni planes de antemano, amamos por ser única para nosotros!
No creo en la media naranja, sino en la disposición común y en el mismo momento de dos seres que aceptan libremente la actitud de amar en la vida, y que, al encontrarse o reencontrarse, se identifican mutuamente como seres especiales para cada uno de los dos! Y, entonces, surje el amor… desde el interior! El amor nos atrapa y se manifiesta, no somos nosotros que lo atrapamos a él! Porque el amor está, entonces tan solo fluye, no exije esfuerzo alguno, ni es un mero acto de voluntad! Lo difícil lo hace fácil, la sombra la convierte en luz, lo cotidiando, en mágico! Y nuestro cuerpo, menos mentiroso que la mente, se manifiesta enamorado! Basta que sintamos cerca a esa persona especial a quien amamos, para que nuestro corazón palpite desesperadamente y todos los sentidos despierten ante él! Y entonces ya no hay más duda de donde está el corazón… ni de que se trata de amor!
El amor se siente intensamente, no se quiere o se desea amar! El amor no entiende de límites, ni de dimensiones, simplemente es! El amor es una energía poderosa que no nace y se destruye, sino que fluye cuando la dejamos fluir y, en función del momento, se modifica, adoptando una forma concreta! El amor nos une a quien amamos por ser especial en nuestra vida, asi como nos une también a la propia vida y a todo lo que hay en ella! El amor no es restrictivo, ni posesivo, ni temporal, el amor simplemente es… para siempre! Porque incluso el odio tras el amor es una manifestación de nuestro amor en forma de dolor! Así, el opuesto del amor no es el odio, sino el dolor! El amor no es una relación, sino un relacionarse contínuo dos seres únicos, especiales e insustituibles siempre con amistad, respeto, comprensión y amor! El amor nunca puede dejar de crecer… ni restar, pues siempre suma y enriquece a cada uno de los dos!
Como bien dice Osho, el sexo es la semilla que puede llegar a convertirse en amor, es solo un potencial; el amor es la flor… y la compasión (el amor con plena consciencia) es la fragancia, su forma más elevada! Ni que decir tiene que éste último es el amor de verdad, pues no es solo deseo por el otro, ni un fugaz enamoramiento, ni la huída de la soledad, se ama la individualidad del otro y se ama sin esperar nada a cambio, por el simple gozo de amar! El amor de verdad simplemente es… y fluye desde dentro, cuando lo dejamos aflorar! Y como proviene del Alma, no entiende de tiempo ni de espacio… y se siente siempre ahora y en cada momento, ni antes ni después!
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