No quiero ser una superwoman

Nunca me ha gustado destacar, más bien me ha gustado pasar desapercibida. Mi madre siempre me decía, "eres la reina de los notables", ni más ni menos. Será que estoy obsesionada por el equilibrio a todos los niveles. Puede que algunas mentes negativas piensen que esto es querer la mediocridad, sin destacar nunca en nada. Puede. La cuestión es que hoy no quería dejar pasar la ocasión de la "celebración" de la que "disfrutamos" para hacer una reflexión sobre lo que queremos las mujeres. Preparando la entrada de hoy para mi blog de mujeres he escogido un nombre de la más recurrente para este día, Clara Zetkin, una de las feministas más importantes del siglo XX y la que, de hecho, instauró oficialmente este día como el día internacional de la mujer trabajadora. Pues Clara Zetkin decía que ella misma se consideraba una superwoman porque había podido ser madre de dos hijos, luchar por el socialismo y realizarse profesionalmente. Está claro que todas las personas que alguna vez en su vida luchan por algún ideal lo hacen influenciados por lo que han vivido o lo que les hubiera gustado vivir. Clara Zetkin fue una gran mujer que hizo mucho por la defensa de las mujeres de la clase trabajadora. Pero pensando en su afirmación, yo no creo que me considere ni me quiera considerar una superwoman. Yo solamente quiero poder escoger el destino de mi vida como profesional y como madre y aceptar que a todo no se puede llegar al 100%. Quiero que se respeten mis decisiones igual que se deben respetar las decisiones de todas las mujeres-madres-profesionales-independientes-casadas-solteras del mundo. No creo que debamos luchar por un único modelo de mujer. Sino que debemos luchar por encontrar la manera de poder elegir lo que queremos ser. Que la mujer que quiera ser una gran profesional por encima de todo, se la deje desarrollar sus cualidades y no se le cierren puertas por ser mujer y que si algún día quiere ser madre, se le respete su decisión. Que la mujer que quiera ser madre se la respete y no se diga de ella que es una maruja o una mantenida. Y así, con todas las posibilidades que los millones de mujeres que habitamos el mundo pueden proponer.No creo que exista de verdad una super mujer. Al fin y al cabo, seamos conscientes que para que nosotras podamos ser todo lo que queremos, debemos aceptar que terceras personas están detrás para ayudarnos a cumplir nuestros sueños. Maridos, abuelos, educadores, forman parte del proyecto de vida de una sociedad en la que todos debemos aportar nuestra parte de responsabilidad. La clave está, pienso yo, en que no todos queremos ni podemos dar lo mismo. Puede que de aquí a un tiempo celebremos el día de la mujer trabajadora brindando por esa auténtica libertad de elección que aún no se ha materializado del todo.