Colonia Castells
El IX Festival Internacional de Documentales de Madrid, Documenta Madrid, ha premiado con todo merecimiento un magnífico documental, [No-Res], de Xabier Artigas (con la valiosa e imprescindible producción de mi excompañera Ana Castañosa), que recoge los estertores de una forma de vida en una colonia fabril obrera de Barcelona arruinada por la piqueta y las ansias especuladoras. [No-Res] es también una metáfora de la crisis: la burbuja que nos envolvía y cuyo estallido en mil pedazos se está llevando por delante, en una brutal onda expansiva, vidas y proyectos, arruinando la vida de las gentes más humildes y trabajadoras. Un documental sin apenas diálogos, porque no hacen falta: las imágenes lo dicen todo y hablan por sí solas, esa nada que da paso a la nada. Una colonia de viviendas humildes, pero llenas de vida, asolada para pasar a ser un solar poblado por las ratas. Anoche tuve oportunidad de ir a verlo en Matadero Madrid, sede del festival, y me llevé a mi hija Estrella, que con seis años ha heredado en vena la cinefilia de su madre. Me lo pasé en grande a pesar de la tristeza que emana la cinta. Estrella aliñó con sus comentarios de cría espabilada los silencios del documental, y extrajo dos conclusiones: sus críticas a los poderes públicos que han alimentado la burbuja y su abatimiento por ver que se derriban “los sueños de la gente”. Su mente de seis años carbura mucho más que la de otros de cuarenta.