En la actualidad las personas de países occidentales, más que todo aquellas personas que curiosamente gozan de una buena calidad de vida padecen de algo muy peculiar, eso es el hecho de que no sabemos sufrir, esto no es cuestión de inmadurez pues sencillamente en estos tiempos no se nos educa para aprender y soportar el dolor, por el contrario se nos insta a huir del mismo, lo vemos como lo peor que puede pasarnos pero jamás tratamos de encontrarle un significado.
Actualmente todas las filosofías y estilos de vida enfatizan la idea de que debemos ser felices, esto está bien, es el ideal que debe tener toda persona, sin embargo en el proceso en que nos inculcan esta idea hacen ver la infelicidad como síntoma de desajuste, como en la vida siempre tendremos momentos de tristeza, el creer que en todo momento debemos ser felices y el no saber llevar la tristeza, puede ser lo que nos causa una desdicha más fuerte de lo normal debido a que no somos plenamente felices y nunca lo seremos.
Una vida donde no exista la infelicidad y los problemas es una vida donde se sufre tanto e incluso algunas veces más que una vida con problemas y momentos de infelicidad, los seres humanos necesitan de los problemas y de la infelicidad, pues estos dos factores le suministran experiencias, conocimientos necesarios y le enseñan a valorar aquellas cosas buenas con las que cuenta.
En nuestra cultura actual muchas personas no solo no saben cómo manejar sus momentos de infelicidad, también en muchos casos se avergüenzan de serlo, sienten que son las únicas personas en el mundo con problemas e infelicidad y por ello algunos se victimizan e incluso se aíslan en lugar de buscar soluciones a sus males.
El primer paso en una rehabilitación siempre es aceptar que tenemos un problema, así mismo ocurre con la infelicidad solo hasta que la aceptamos podemos sacar cosas buenas de ella, todo ser humano tiene momentos de infelicidad, por eso no podemos sentirnos como bichos raros por el tener momentos tristes.
Hay que encontrarle un propósito a nuestro sufrir, ver por qué estamos siendo infelices y que debemos hacer para dejar de serlo, aprender a dominar esa infelicidad y volverla una oportunidad para mejorar nuestra vida, esto no lo logramos fingiendo que no existe la infelicidad, lo logramos aceptándola, experimentándola y buscando un porque junto con oportunidades que esta nos puede brindar.
Revista Opinión
No Sabemos Manejar la Infelicidad
Publicado el 28 marzo 2019 por Galicamilo Camilo Galindo Castelblanco @GaliCamiloSobre el autor
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