Limitación: No saber decir no
Cómo aprender a decir que NO
Una de las limitaciones más extendidas, es el no saber decir NO. Estamos educados en unas costumbres en las que, el decir que no, es considerada casi una falta de respeto. Pero… ¿Es correcto decir que sí aún cuando no queramos hacer algo?
La palabra no, desprende negatividad, tanto para el que la pronuncia como para el que la recibe, de ahí el que gran parte de nosotros estemos en ese bucle de “no saber decir no”. Ni es correcto decir a todo que SI, ni decir a todo que NO. Todo depende de lo que queramos en cada momento. ¿Cómo podemos evadir la negatividad del NO? Pues siendo más cuidadosos en nuestras respuestas. Cuando nos propongan algo para lo que no estemos preparados o interesados, podemos dar una contestación negativa en un contexto positivo, esto hará que nuestro interlocutor entienda mejor nuestra posición. Podemos sustituir el No, por:
- Me encantaría pero…
- Es una buena idea, pero…
- Me parece fantástico, pero…
Y cualquier otra frase con la que puedas rechazar la propuesta de forma cortés y no tan negativa ni agresivamente.
Normalmente el no saber decir no, se relaciona con el miedo al rechazo. Solemos decir que sí, ante situaciones que no deseamos, simplemente por no ser el “aguafiestas”, o porque queremos agradar a la otra persona. Pero, ¿debemos anteponer las necesidades de los demás a nuestras propias necesidades? Rotundamente NO, pero también depende de si lo hacemos porque en realidad queremos hacerlo y vamos a disfrutar con ello, o lo hacemos porque nos sentimos comprometidos.
El análisis transaccional juega un papel destacado en este tema de “no saber decir no”. Y es que, en ciertas circunstancias, adquirimos un rol que será el que nos haga aceptar o no las propuestas, y las reacciones posteriores a las mismas.
¿Cuáles son los estados del yo? ¿Es algo normal o tengo un problema? Los estados del yo son básicamente 3 y es algo normal. Lo único que tenemos que aprender a gestionarlos trabajando con un@ mism@ y desarrollando el autoconocimiento:
- Estado del YO Padre: es la forma en que hemos interiorizado las creencias, la forma de ser, de sentir, de pensar y comportarse de nuestros padres.
- Estado del YO Adulto: es el YO más objetivo, y está en consonancia con lo que pensamos, sentimos y nos comportamos conforme a la situación actual.
- Estado del YO Niño: es la parte de nuestra personalidad que alberga nuestras experiencias pasadas.
Por lo tanto, el no saber decir NO, es falta de práctica, pero sobretodo, falta de autoconocimiento y adaptarnos en cada circunstancia a nuestro YO adulto. Los estados del Yo suelen representar un “juego” entre interlocutores, por lo que, cuando nos comportamos como el Yo Padre, instamos al otro a que lo haga como el Yo Niño, y viceversa. Con esto entramos en una espiral de tira y afloja en el que al final, siempre uno sale perdiendo, en cambio si ante un YO Padre o Niño, se responde con un YO Adulto, este juego termina.
Conforme a los estados del YO, es más fácil no saber decir NO en los estados del Yo Padre y Yo Niño, bien porque nos sentimos con mayor responsabilidad de la que realmente tenemos, o bien porque nos sentimos sometidos ante la otra persona respectivamente. Por eso es importante saber adaptarnos y actuar la mayor parte del tiempo como nuestro Yo Adulto, porque es el equilibrio entre lo que queremos y debemos hacer.
La próxima vez que te pidan hacer algo que no quieres, prueba a utilizar una contestación negativa en un contexto positivo, y verás que las reacciones serán mucho más satisfactorias para ti y para tu interlocutor, que entenderá mejor tu punto de vista.
¡Ahora toca ponerlo en práctica! Cuéntame cómo te ha ido y si te sientes mejor ahora ¡Espero tu comentario!
Beatriz Marrero
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