Revista Cultura y Ocio

No saber querer (dependencia emocional)

Publicado el 06 junio 2016 por Águeda Lorena García González @aguedlgg
No saber querer (dependencia emocional)

No sé si tengo más taras mentales que Annibal Lecter, si soy normal o tengo mala suerte.

Si esto lo escribiese mi amigo el psicólogo argentino,diría que tengo un problema con el "apego".

Investigué el tema de la "dependencia emocional" porque no estaba segura de si soy yo, la que exige demasiado, si es que no me conformo con nada o si por el contrario, mi queja es real y mis necesidades emocionales no están cubiertas.

Ayer me tragué una hora y media de conferencia sobre la "dependencia emocional" y los roles dentro de la pareja. Y las conclusiones no fueron alentadoras.

En mi caso concreto, elijo a gilipollas que no dan mucho, personas a las que siempre tengo que rogar y mendigar atención y por supuesto, las quiero demasiado.

No saber querer (dependencia emocional)

Es posible que tengan razón y que parte de las cosas que nos pasan (además de por el Karma) nos ocurren una y otra vez, por "gilipiollas".

Me explico:

En todas las relaciones siempre hay "uno que quiere más". Uno que toma la iniciativa, uno que da cariño y otro que lo recibe, uno que quiere y otro que se deja querer, uno que dice "te quiero" y otro que responde "yo también"... ¿Os resulta familiar?

Pues bien, el que da más, es siempre el que desempeña el rol de "iniciador" y ese rol, lo tengo yo. De eso no me cabe ninguna duda.

Cuando eres iniciador, no te importa serlo, porque no te das cuenta de que lo eres hasta que la vara de medir se ha descompensado por completo y estás hasta los mismísimos de que no se tenga en cuenta nunca, alguna de tus necesidades (que también las tenemos).

La relación se desequilibra cuando hay uno que ordena y otro que obedece, uno que domina y otro que se somete... (Lo de la sumisión es digno de un post aparte). Quizás os parezca exagerado lo que digo, pero es totalmente real.

No saber querer (dependencia emocional)

Cada uno toma un rol y ese papel será el que desempeñe durante toda la obra hasta que se canse y deje de hacerlo. En ese momento si no se equilibra la balanza, la relación se romperá.

Por triste que parezca, te cansas de "iniciar", de dar, de estar siempre dispuesto a lo que quiera el otro...pero cuando comienzas una nueva relación, en poco tiempo vuelves a estar igual.

Al final, una se da cuenta de que todo se hace cómo, cuándo y dónde el otro quiere... Eso está bien, si eres una persona imbécil que no teme perder su autonomía y sus principios, que duda sobre sus propias necesidades y sobre su criterio.

Y yo, que soy el "iniciador" de mi relación, que no me importa mostrar sentimientos, me doy cuenta de cómo poco a poco termino sometida a la voluntad de otro. El otro, no te somete de manera consciente... Simplemente en su rol, él marca los tiempos, los dónde y hasta cuántas veces.

¿Nunca os ha pasado que vais preparados para echar una bronca y de repente la situación se vuelve totalmente del revés? Al final acabas disculpándote por sentir lo que sientes (rabia, pena, miedo, decepción...)

Acabas pidiendo perdón, por ser quién eres (joder, que bonito me ha quedado).

A veces quieres decirle al otro algo que no te gusta y acabas siendo "el malo de la pelí" y te sientes fatal por haber reclamado más atención, o más cariño, o por haberle pedido una tarde "sólo para vosotros", o por pedirle sexo después de un mes...

No saber querer (dependencia emocional)

La dependencia emocional es esto:

UNA MIERDA TAN GRANDE QUE NO TE DEJA PONER LÍMITES.

No, no pones límites porque si los pones puede que esa persona te mande a la mierda. Entonces prefieres callar, someterte, pedir perdón, decirle cuánto la quieres... cualquier cosa, pero siempre por encima el otro. ¿Para qué vas a pensar en ti?

Para que tú seas el egoísta, tienes que encontrar una pareja que ceda en todo y te deje serlo.

Para que tú seas el que lo da todo, tienes que elegir una pareja que no te dé nada o que lo haga siempre como respuesta a lo que tú has hecho primero.

Y aunque nos neguemos a aceptarlo, mientras no asumamos nuestras carencias afectivas, acabaremos haciendo siempre lo mismo que venimos haciendo: Que él no me escribe, pues ya le escribo yo, que no me dice para vernos, voy a preguntarle si puede quedar, que hoy no le apetece, pues nada, ya veremos si otro día tengo más suerte...(esta soy yo en estado puro... no vaya a ser que el otro se enfade).

¿Pero qué coño es esto?

Todos somos dependientes emocionales, TODOS. Hay dependientes leves o graves, hay dependientes dominantes y sumisos... Pero todos elegimos a un tipo de persona para tener una relación en función de nuestros intereses emocionales.

Por eso mismo la dependencia emocional es una enfermedad...Un trastorno mental.

Yo me pregunto cómo se vence ese miedo... Porque todos los dependientes (sumisos) se acaban rebotando y piensan "No voy a consentir esto, yo valgo más, yo no me merezco esto..."

No saber querer (dependencia emocional)

¿Pero sabéis por qué aguantamos?

Porque no soportamos la idea de ESTAR SOLOS, porque estamos programados para dar amor y no sabemos recibirlo (no nos sentimos dignos de ser amados) por eso lo damos todo... Para que nos quieran.

Lo triste, es creer que dando más y cediendo más y protestando menos, vamos a recibir el amor y cariño que necesitamos.

Por desgracia, las carencias de hoy son fruto del pasado y es muy complicado cambiar algo para lo que te han programado.Es prácticamente imposible que yo deje de dar amor para simplemente dedicarme a recibirlo.

Será eso, que soy de las que sabe dar, pero no recibir...¡No todos valemos para lo mismo!

Y vosotros, ¿Sabéis cual es vuestro rol?


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