Todo el mundo sabe lo que es una especie. Le preguntes a quien le preguntes te dirá que sí, que sabe lo que es, incluso te pondrá multitud de ejemplos, pero si le pides que defina lo que es una especie, le pondrás en problemas.
Resulta impresionante que uno de los conceptos centrales de una ciencia tan consolidada como la biología aún no tenga una definición satisfactoria. Incluso la parte más moderna de la biología, la genética ya cuenta con un siglo de historia. A pesar de ello, no existe una definición universal de especie.
De hecho, es un concepto tan controvertido que hay quien niega su existencia, quien dice que se trata simplemente de un sesgo en la percepción humana. En cualquier caso, la definición más ampliamente aceptada es aquella que define especie como un grupo de individuos que se pueden reproducir entre si, y no pueden hacerlo con otros grupos. Es decir, según esta definición serían de
la misma especie todos los individuos capaces de tener descendencia unos con otros. No está mal, sería una buena definición si no dejara fuera a todos los seres vivos con reproducción asexual, es decir, deja fuera a las dos terceras partes de las especies. Pensemos en todas las especies que se reproducen asexualmente, las bacterias, o protozoos por bipartición, hasta especies que podemos ver a menudo como las patatas, según esta definición, cada patata sería considerada una especie diferente.
Pero este no es el único problema, porque aquí se pone el énfasis en el linaje, por tanto todos nuestros ancestros serían homo sapiens, lo cual parece ilógico si pensamos por ejemplo en la pinta que debía tener el ancestro común que tenemos nosotros y los gorilas, si lo viéramos hoy en día no diríamos que es de la misma especie. Incluso remontándonos más atrás, también sería de la misma especie el grupo del que surgieron tanto los vertebrados como los artrópodos, algo completamente sin sentido.
Por otra parte, tampoco nos sirve este concepto para las especies anillo. Imaginemos una especie de hormigas. Estas van construyendo hormigueros alrededor de una cordillera, y las hormigas de cada hormiguero pueden reproducirse con las de los hormigueros adyacentes. A lo largo de los siglos se van extendiendo, acumulando pequeños cambios hasta el punto de que cuando consiguen rodear completamente la cordillera las hormigas que se encuentren serán incapaces de reproducirse entre si, a pesar de que pertenecen a la misma especie porque pueden irse reproduciendo cada hormiga con la del hormiguero adyacente hasta dar la vuelta completa a la cordillera. Una paradoja más.
Por si esto fuera poco, aún hay más problemas, imaginamos ahora dos grupos de renos, cada uno vive en una isla diferente y son idénticos entre si, pero no pueden reproducirse entre ellos porque no pueden cruzar el mar, pues también son especies diferentes.
Obviamente esto es anti-intuitivo, lo que todos comprendemos implícitamente por especie es un grupo de individuos que se parecen entre si, es decir, la definición que usaba Linneo, pero claro, Linneo era un creacionista, pensaba que las especies estaban ahí porque dios las había creado de esa manera, pero desde que Darwin expuso su teoría es inaceptable porque comprendemos que los grupos son diversos, que cada individuo es distinto de los demás y gracias a eso existe la evolución. Por ese motivo necesitamos una definición nueva de especie, y por eso es tan complicado el concepto, ya que a pesar de que nosotros vemos una fotografía, las especies van cambiando, aparecen especies nuevas, se extinguen… es algo dinámico y tremendamente complicado. Por eso, y sin pecar de favoritismos hay que comprender el motivo por el que un concepto tan importante y central como el de especie, todavía no tiene definición.
Silvestre Santé