Revista Infancia

No se defiende cuando otro niño le pega

Por Monicaserrano
No se defiende cuando otro niño le pega
Tengo una niña de 3 años que, cuando otro niño la agrede (pega, empuja, se cuela en la fila del tobogán…) no se defiende. Llora, me busca, viene a donde yo estoy o me llama y me cuenta lo que le ha pasado, pero no se defiende.
No sé si debo enseñarla a devolver el golpe o qué hacer, porque me da miedo cómo va a gestionar este tipo de situaciones cuando yo no esté delante.
Por favor, dame algunos consejos. Muchas gracias.
Gracias por tu consulta. Son muchas las madres que acuden a mí por temas parecidos a éste.
En primer lugar, me gustaría definirqué entendemos por el concepto “defenderse”. En una de sus acepciones, la RAE define el término defensa como mecanismo natural por el que un organismo se protege de agresiones externas. En otra, lo define como amparo, protección, socorro.
Así, podemos entender por defenderse el hecho de poner en marcha mecanismos de protección ante agresiones externas o de buscar amparo, protección o socorro.
Biológicamente, existen tres maneras naturales de reaccionar ante una agresión o situación de peligro: atacar, huir o paralizarse.En seres humanos, la parálisis no es una opción ajustada, indicaría un desequilibrio u otro problema por no ser adaptativa ni eficaz.
De este modo, en condiciones normales, los niños, ante una agresión o una percepción de peligro, reaccionarán contraatacando o huyendo.
El contraataque es la acción que muchos adultos identifican con defenderse: pegando un empujón al niño que le ha agredido o devolviéndoles el golpe.
Sin embargo, ésta no es la única manera de defenderse. El niño puede defenderse alejándose del agresor o buscando ayuda: llorando para que otra persona lo defienda, llamando a su madre para que ella le coja… Por lo tanto, cuando tu hija llora y te busca, se está defendiendo.
De este modo, tu hija se está defendiendo de una manera eficaz y no violenta, pues no agrede al otro.
Sin embargo, comprendo tu duda sobre cómo gestionará este tipo de situaciones cuando no estés tú delante, como por ejemplo, en el colegio. En estos casos, debe poner en marcha otras estrategias. Pedir ayuda al adulto de referencia que esté disponible en ese momento es una de ellas.
Otra opción es enseñarle a alejarse de las personas que le agreden y, sobre todo, transmitirle que no debe permitir ninguna agresión, que no debe mantener cerca de sí a las personas que le agreden.
Así, estaremos fomentando que el niño ponga en marcha mecanismos de huída y de búsqueda de protección y de amparo sin participar en interacciones violentas.
Esto es importante no sólo en cuanto a la gestión inmediata de la agresión, si no en cuanto al aprendizaje de que no deben permitirse tratos violentos hacia uno mismo ni dárselos a otro.
Esto parece utópico o poco realista en un mundo tremendamente violento, como el nuestro. Sin embargo, la única manera de gestionar la violencia es alejándose de los agentes que la practican.
Asimismo, es muy positivo para el desarrollo de una buena autoestima, pues se le transmite al niño que no es merecedor de tratos dañinos ni malintencionados y que, por ello, no debe tolerarlos.
Por otra parte, el niño que pide ayuda, que busca protección o se aparta de quién le hace daño está desarrollando su asertividad, pues busca la manera de cubrir sus necesidades y/o que se respeten sus derechos de una manera no agresiva.
El problema vendría cuando un niño se queda paralizado ante una agresión, cuando no responde contraatacando, huyendo o pidiendo ayuda. En estos casos estamos observando las consecuencias de la indefensión aprendida y es en ellos en los que debemos trabajar con el niño para que desarrolle las habilidades necesarias que le permitan defenderse.

Volver a la Portada de Logo Paperblog