No sé si es buena idea amargarle el día a tanta gente, pero ahí va.

¿Dónde están los ladrones? (1998), fue lo último que escuché de Shakira, tengo varios Casio, dos Rolex y no sé lo que es un bizarrap.

Eso último es broma.

Solo tengo un Rolex.

Lo he dicho para inquietar a mis haters. Lo que colecciono son Omegas.

Eso no es broma.

Esto en respuesta a la cantidad de gente que en los últimos días me ha pedido opinión acerca de lo de Shakira, el Casio, el Rolex y el bizarrap.

Podría acabar este email aquí e irme a dormir tranquilo por haber dado la mejor lección de ventas –de ventas, de empresa y de éxito– que he dado en años.

Ahora atiende, que lo mismo no te habías percatado de lo que viene a continuación.

Resulta que los algoritmos, además de polarizarte, manipularte y cabrearte, te dicen si vas por el buen camino.

Si te has cruzado con la historia de los casios y los bizarrapas, es decir, si los algoritmos han considerado que eso es algo que te interesa, algo que te pegaría a la pantalla por unos minutos, lo mismo debes replanterte a qué dedicas tu tiempo.

Ya lo siento. Sé que jode, sé que te estarás diciendo que todo el mundo se ha enterado y que yo soy un perro verde.

Puedes decirte todas las tonterías que quieras, lo que yo te diré es que nadie de mi entorno me ha hablado de esto.

Te hablo de gente para la que coleccionar Omegas es un hobbie de pobres.

Y entiéndeme, haz lo que te pase por la entrepierna, pero crea tus expectativas en consecuencia.

O también puedes hacerlo al revés, empezar por el final.

Crear una expectativas de la hostia y del copón y visualizar los pasos que te llevarán hasta ahí.

Ya te digo yo que leyendo acerca del Rolex que Shakira ha cambiado por un Casio o lo que coño haya pasado no va a ser.

Y que estando en la mentoría de ventas es bastante más probable.

Especialmente teniendo lo que ocurrirá en el newsletter.

Porque publicaré una lección en la que destriparé un anuncio brutal. Un anuncio que rompe con las expectativas del cliente para dejarle fuera de juego, muy rápidamente le hace reír, acto seguido le mete en un mundo de fantasía del que es imposible salir, y concluye justificando el precio de tal forma que solo queda sacar la tarjeta.

Y ese anuncio, más que un anuncio, es una plantilla para crear emails, anuncios y cartas de ventas altamente lucrativas para cualquier producto, servicio y sector.

Y lo despiezaré de tal forma que vas a ver un montón de lecciones que nada obvias a simple vista. Y se te van a ocurrir giros, ideas y ángulos para el resto de tus días.

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