No es de extrañar. Por un lado la incertidumbre ante la avalancha de noticias y predicciones negativas sobre la economía, por otro la realidad irrefutable de miles de parados y empresarios arruinados o con problemas, por otro la sequía crediticia y por último, pero no menos importante, la percepción de los compradores potenciales de que los precios actuales aún van a bajar, hacen que la atonía de las ventas vaya para largo y que no se vea un final a la caída de precios. Aunque afecta a todo tipo de pisos y todo tipo de zonas, es obvio que cuanto más exclusivo y diferenciado sea el producto, como cualquier producto, mejor es su posición y menor su caída.