En una sociedad en la que vivimos llena de personas manipuladoras y que tratan de pisar a los demás con tal de conseguir sus fines, no ayuda mucho ser un pelele.
Porque si eres una persona que se deja pisar y no conservas tu dignidad contribuyes a la formación y al sostenimiento de estos sujetos.
Es así, los poderosos han conseguido imponer otra vez la esclavitud, pero una esclavitud del que no sabe que es esclavo o peor aún del que quiere serlo, porque tiene demasiado miedo para ser libre.
Si no tienes la suficiente valentía, madurez y dignidad como para hacerte respetar estás contribuyendo a una sociedad cada vez más inhumana. La defensa de nuestro valor como personas no será siempre fácil pero es nuestra obligación defender nuestra dignidad personal y la de las demás. No hay excusa para no hacerlo.
Y si actuamos, pensamos y vivimos como auténticos peleles que se dejan pisotear para salvaguardar sus propios intereses no somos mejores que los que nos explotan.