De la noche a la mañana tienes diabetes. En poco tiempo tienes que asumir mucha información y aplicarla en tu día a día: comer 5 raciones de HC para desayunar, pincharte antes de cada comida y antes de ir a dormir, contar la comida en raciones, aprender a superar y corregir la hipos... y esto lo tienes que adaptar a tu rutina diaria.
Yo tengo que dar las gracias a mi familia, que me apoyaron en mi decisión de dejar el trabajo y pude afrontar esta situación con mucha más tranquilidad. A pesar de eso, hay momentos y momentos.
Al principio tenía 2 o 3 hipos al día. Para mí era una sensación muy dura ya que se me mezclaban muchas cosas: cómo iba a llevar una vida normal si de un momento a otro me quedo 100% KO? Cómo voy a trabajar si de un momento para otro me quedo en punto muerto? Ahí si que tuve unos días en los que no veía nada claro. Entonces empecé a corregir cantidades y horas de ingesta. Poco a poco las hipos sistemáticas fueron desapareciendo si seguía un horario: pincharte y desayunar a las 8:00, mirar el azúcar a las 10:00h, picar algo a las 10:30h y a las 12:00h, pincharte y comer a las 14:00h, mirar el azúcar a las 16:00h, picar algo a las 16:30h, 18:00h y 19:30h, pincharte y cenar a las 21:00h, mirar el azúcar a las 23:00h, pincharte lantus a las 23:30h y a dormir... Y me imagino que a partir de ese momento, en el que veo que necesito ese horario para no sufrir tantas hipos, pasa a ser el horario inamovible de me día a día y todo lo demás pasa a un segundo plano.
Cómo vamos a ir a un restaurante a comer a las 15:00h si como a las 14:00h? A la 13:00h tenemos que volver a casa sí o sí para preparar la comida,... Y ahí es cuando aparece el conflicto, cuando dejé que al diabetes cogiera las riendas de mi día a día. Todo lo hacía mirando el reloj. El problema radicaba en no aceptar que este horario me la imponía o la necesitaba o lo quería yo, y les decía a los demás que por mi diabetes tenía que comer si o si a las 14h, tenía que cenar si o si a las 21h,... que sino me daban hipos y que ellos ya lo tendrían que saber, que siempre era igual. Me alteraba y mucho que me preguntaran si no podía esperar media hora para comer. Me cabreaba que ellos, al saber que yo venía, no contaran con comer a mi hora, o mejor dicho, que no le dieran la importancia que yo le daba. Y en el fondo creo que todo esto me jodía porqué cada vez que pasaba, recordaba el verdadero porqué: mi miedo, mi inseguridad, el saber que no estaba llevando mis riendas. Si de entrada hubiera explicado que este horario me ayudaba a controlar mejor las hipos sistemáticas, y que necesitaba su ayuda en el día a día para cumplirlo, todo hubiera sido muy fácil, pero me imagino que era más fácil echar la culpa a un tercero (diabetes) que pedir ayuda para uno mismo, y aceptar que la necesitaba para poder seguir adelante.
Pero todo tiene su punto y final. Llega el día en el que uno se da cuenta que no puede seguir así, en el que tiene que asumir y afrontar sus miedos. Mi problema era que yo había construido una rutina que me salvaba de muchas hipos, y no quería tener una si podía remediarlo. Mi gran miedo era volver a tener que pasar por aquellas primeras semanas en que de golpe me encontraba raro, la mano me temblaba, me ponía pálido, no me podía mover,... y tener que tomar un zumo y esperar 15 minutos a ver si resucitaba. En la mayoría de los casos necesitaba 30 o 40 minutos para volver a ser yo, y eso no me gustaba nada... A mi, esas primeras hipos dónde veía que me quedaba 100% KO, 100% inútil, me hacían mucho daño, y lo único que hacía al no querer romper con la rutina era darle más fuerza a esas hipos. Y pensé: Y qué? Hipos te van a seguir dando. Últimamente te recuperas más rápido y te dan muy de vez en cuando. Vas a vivir con ese miedo todos los días? Vas a estar todo el día pensando en cuando va a venir? Y decidí que no. Decidí tomarme las hipos como momentos para mi, para descansar y relajarme. 15 minutos de relax al día no le van mal a nadie no?
Y como decía antes, todo tendrá su punto y final. Aún estoy trabajando en ello (al menos ya he asumido lo que me pasa!). Poco a poco voy siendo más flexible con el horario, aunque también creo que una rutina de horarios es necesaria para llevar un mejor control, pero si te sale un imprevisto tienes que estar preparado para adaptarte. Esto me permite ir mucho más tranquilo y disfrutar de las comidas familiares dónde todo el mundo sabe que es imposible saber a que hora se comerá, ir a cenar a un restaurante,... Y la verdad es que es en esos días, cuando rompo con esa rutina, al igual que con el trail running, es cuando me siento algo distinto, solo uno más.
Gracias Myriam por tu ayuda y comprensión en todo este proceso. Te quiero!