De los partidos de ayer sacamos una conclusión clara. No son los favores al Real Madrid: Son los regalos de Guardiola.
Si, en pleno día de la Diada, el partido de ayer del F.C. Barcelona es la metáfora perfecta. "Demasiado verbo para tan poca acción". Y lo que es peor una indignación culé mal dirigida o encaminada. Que el Real Madrid fue obsequiado con un ragalito arbitral que le mantuvo en el partido y que le dio al final los tres puntos, es indiscutible, como también lo es, que si hubiera apretado habría ganado. Que la entrada a Alexis- 8 semanas K.O.- debió ser tarjeta roja, nadie lo duda: por detrás, al cuerpo y sin disputa del balón. Pero no nos engañemos, los dos puntos de diferencia en la tabla ahora mismo no son motivo de los favores arbitrales al Real Madrid, que los hubo, la diferencia son los regalos de Guardiola.
Guardiola, el chico mono - que concepto raro que tienen- el que hace filosofía en rueda de prensa de cualquier manual de jardinería en casa y adorado por la prensa catalana- si fuera de Ótivar ya veríamos- regalo dos puntos como dos soles-. Comienza la temporada y el deja en el banquillo a lo mas granado del equipo y en mejor forma, Iniesta, Mascherano, Abidal, Villa y un tal, no se si les suena Messi. Pero no pasa nada, las miradas, las tertulias se dirigirán al arbitraje del Madrid y no al inútil planteamiento de su entrenador con medalla catalana al cuello- metáfora perfecta, recuerden-.
La culpa no es de un error arbitral, la culpa es de un mal entrenador. Yo mismo, o usted sin ir mas lejos, habríamos sacado este partido adelante y eso sin diferenciar un balón de una caja de zapatos.
Pero el niño es mono y ahora con la medalla catalana en el cuello.........