No soy nadie

No soy nadie, les confieso. No soy social media, ni activate blogger. Tampoco soy influencer, ni speaker y menos aún content manager. ¿Y community manager? Bueno, bueno, bueno... paso palabra.

No soy crowfunder, menos aún international advisor. Imagino qué cara puede tener una app y no lo consigo, pero aunque tengo avatar no me sabe a tanto. Escribo en un blog algunos post al año, pero se me traba la lengua cuando pronuncio ambas palabras juntas. No soy nadie, qué le voy a hacer.

En mi trabajo hacemos a veces brainstorming pero no advergaming. Qué sé yo, lo del juego no me va mucho y tampoco me dedico a publicitar nada, aunque alguna vez encargo banners para la web.

Soñé una vez que trabajaba diseñando packaging para empresas cárnicas, pero me despidieron porque tenía que hacer un ejercicio de rebranding para una de estas firmas y no fui capaz.

Otra vez me mandaron a buscar un documento en el dashboard y casi me da un síncope. Me miraron mal y me dijeron que era una "auténtica dummie". Me fui a casa con la cabeza gacha y con la sensación de que estaba blue. Pero como no me rindo, lo que ya voy llevando mejor es participar en la organización de los finger lunch para eventos profesionales, sobre todo si el jamón es del bueno.

También voy tolerando corregir algunos email marketing, no me caen tan pesados al estómago, pero sigo sintiendo escalofríos cuando alguien me dice que visite su fan page.

Siempre he querido convertir un hashtag en trending topic, más que nada por eso del narcisismo que todos tenemos, aunque lo neguemos. ¡Anda que no!

En otra ocasión tuve una auténtica pesadilla con el big data, corría yo por la calle pensando que me aplastaba. ¡Uf, qué angustia!

En fin... no soy nadie, ya lo han visto, y les confieso que jamás me han caído bien las cookies.