No soy un corredor

Si en alguna ocasión has leído alguno de los artículos que de forma narcisista escribo en, este, mi rincón ya serás consciente que lo último que me importa de todo lo que rodea al Running es el tiempo en el que completo las carreras en las que participo. 

“Una excusa de mediocres”, pensarás. Estás en lo cierto, soy un corredor mediocre, es más, nunca me he sentido un corredor si la palabra corredor es esa que diccionarios, revistas, webs, gurús y enteraillos se empeñan en definir y delimitar continuamente.

Yo no soy un corredor, solo soy un tipo que un dia escogió vivir una vida en movimiento en lugar de permanecer inmóvil en el autocine en el que nos incitan a permanecer.

Yo no soy un corredor porque un corredor “de verdad” la noche antes de la principal carrera que se organiza en su pueblo (mil ojos observando) no hubiera salido de casa para disfrutar con “ella la más bella” de un gran concierto y una noche de esas que cuando te vas haciendo mayor y te haces padre/madre se convierten en las excepciones que confirman la regla.

No soy un corredor, …

-   ¿Ya no corres?

-   ¿Qué te ha pasado?

… escuchas mientras cruzas la línea de meta, con una sonrisa en la cara, pero con un tiempo “indecente” en el cronómetro.

Resulta trágico, resulta lamentable que continuemos midiendo, a día de hoy, con el anticuado rasero del cronómetro quien está IN y quien esta OUT.

Al final uno llega a la conclusión de que todos estos que ahora corren no lo hacen por mejorar su salud, por sentirse mejor con ellos mismos, por tener algo que compartir con los amigos, … lo hacen por el mismo motivo que los que hacen cola en la Apple Store cuando desde San Francisco deciden que el móvil porque el que firmaste un contrato de permanencia con el diablo ya ha pasado de moda.  

¿Qué tiempo has hecho? ¿Cuántos kilómetros has corrido? … Buff que pereza!! No has entendido nada, … dejáme a mi recorrer mis caminos que yo te dejaré que tu acabes hastiado por los tuyos.

Por cierto, me encanta que cada día haya más gente corriendo en las calles aunque odie las motivaciones y argumentos que les llevan a ello.