Hoy por la red social más visual, Instagram, está habiendo un revuelo. Un revuelo porque algunas blogger )también instagramers) se han dado cuenta de que hay cuentas que nos están engañando. Cuentas de personas, marcas personales, de Instagramers TOP, de gente que sigues porque te gusta , te inspira, valoras su trabajo, su esfuerzo en las publicaciones que hace, y se acaban de dar cuenta de que son una mentira. No un 100% de mentira, pero sí una parte de ellas, porque para llegar a ser quien son, con sus miles de seguidores, han hecho alguna trampa… Con este post de To be Gourmet se abrió la caja de pandora
En Instagram existen 2 maneras de hacer crecer tu cuenta ¿lo sabías?:
1.Bots: tú lo configuras para que cada cierto tiempo haga likes y follow a cuentas similares a la tuya, con hastag que puedes configurar para que “ataque”. Esto hará que tu cuenta tenga movimiento y visibilidad, y alguna de esas personas a las que les caiga tu like o follow, te lo devuelva, y ¡¡a crecer automáticamente!! Sin tú llegar a abrir instagram.
2.Compra de seguidores: ¿Cuántos quieres? ¿1000, 5000 más? Pagas, y los tienes, al momento. Que ocurre con esto: tu cuenta aparenta ser la pera, pero la realidad es que el movimiento en tu cuenta es el mismo que antes de comprar, en engagement, es bajo en relación a los seguidores que tienes, porque claro, son falsos.
Pero esto hace que tu cuenta pinte de maravilla, las marcas te quieran y te adoren, y ¡ala! ya eres “Instagramer”.
Yo no soy un robot
Yo no soy un robot en Instagram y mucho me está costando ir mejorando en esta red social. Sí, es una red social que me encanta para subir fotos de las que hago en mi día a día, pero considero que es la más difícil de ir subiendo seguidores. Debes dedicar mucho tiempo en elegir fotos, subirlas, retocarlas, escribir un texto bonito, buscar hastag que te interesen y ponerlos, buscar otras personas de tu interés, hacer likes, etc. Vamos que no me da el día para estar ahí metida, y ya ni hablemos de los Stories.
Dedico mucho más tiempo a los contenidos del blog, y a mejorarlo, facebook, twitter e instagram son una ventana para que lleguéis al blog, pero donde más trabajo hay,es aquí.
También os voy a decir que mis fotos no son perfectas, que no tengo tiempo de buscar el mejor plano, luz o retoque, no tengo una casa con decoración nórdica, todo ordenado al estilo montessori, ni mi móvil es la repera haciendo fotos. Simplemente somos mi familia y yo
¿Qué hacemos con las cuentas de Instagram que nos han “engañado” con sus seguidores?
Pues creo que tampoco hay que tacharlas y dejar de confiar en ellas. Al final hay que ir probando todas las técnicas existentes. ¿No habéis hecho nunca un post patrocinado en Facebook? ¿No tenéis publicidad de Adsense en el blog? Creo que todas vamos probando lo que hay y como mejorar la imagen, la relación con los seguidores, los ingresos…
Es cierto que las marcas sí deberían tener esto en cuenta. Sé que hay marcas que no se relacionan con cuentas con menos de (ejemplo) 5000 seguidores. Buscan mejor 20.000 seguidores. Pero antes de fijarse en los seguidores, que investiguen un poco más, lo primero el trabajo que hay detrás de cada cuenta, si tiene un blog, un videoblog, su personalidad, que nivel de alcance tienen sus publicaciones… Quizá tengan el mismo alcance una cuenta de 5000 seguidores que una de 2000, o una de 10.000 con una de 20.000, porque los seguidores son reales y por lo tanto más fieles.
Desde ayer estoy aprendiendo un montón de Instagram, desconocía todas estas cosas, y aunque cueste esfuerzo, seguiré usando esta red social de la manera más natural y real posible, porque eso es lo que yo busco en Instagram y en lo que me fijo en las cuentas que sigo, que sean perfiles reales, con fotos chulas con las que sentirme identificada, no cuentas que me están engañando y vendiendo la moto.
Pues eso chicas, si me queréis… seguirme en Instagram!